Interpretó alrededor de dos horas de canciones
En punto de las 11:40, era la cita pactada este sábado para el regreso oficial de Kendrick Lamar a la Ciudad de México en el marco del Festival Ceremonia, pero cuando el reloj marcó la hora el rapero no salió al escenario.
Pasaron 20 minutos, a las 12 en punto, la media noche, Kendrick arrancó su concierto, entre los gritos de más de 50 mil personas, y brincos que comenzaron a levantar la tierra del Parque Bicentenario.
Durante cada canción podían leerse los títulos en español de cada uno de los temas que el ganador del Pulitzer (2018 por su álbum DAMN), iba interpretando, pero sin importar el contenido el principal mensaje de Kendrick al público fue el amor.
“México, fue mucho tiempo sin vernos, pero siempre sentí su amor, y hoy vamos a vivirlo de nuevo como nunca, ese es el verdadero lenguaje universal”, se leyó cuando Kendrick interpretaba su tercer tema de la noche en las pantallas del Axe-Ceremonia.
El atuendo que eligió la figura del hip Hop, para presentarse en la capital, fue un traje en color gris oscuro, con una camisa blanca, una gorra con la visera hacia arriba, y lo que llamó la atención, unos guantes para fútbol en color verde que Kendrick nunca se quitó.
Pasaron las dos horas de su concierto, a la 1 am, Kendrick interpretó “Money trees”, y todos creían que el show se había terminado, pero no. Los veinte minutos que tuvo de retraso, el rapero los repuso hacia el final de su concierto.
Se extendió, hizo lo que quiso con los tiempos del festival, al fin y al cabo, sabe que es una estrella y que nadie se atrevería a cortar su show, ni aunque en el otro escenario la DJ Charlotte White, ya estuviera invitando su show.
“México prendamos el cielo, demostremosle al mundo que el amor también es el lenguaje universal. Espero que sientan mi energía así como yo siento la suya. Gracias México. Amor por siempre”, volvió a leerse en las pantallas.
Después de eso Kendrick interpretó cuatro temas más, desde la canción “i”, hasta “King Kunta”, para cerrar con el tema reflexivo con el que suele cerrar todos sus conciertos “Are You Happy For Me”.
Así concluyó la espera de diez años para ver de nuevo a Kendrick en la Ciudad de México, ante un público enloquecido que aplanó el terreno con sus brincos.
Donde el hacinamiento provocó la sed, que otros se sofocaran hasta el desmayo, que en varias zonas, por las horas de espera el público pidiera un médico. Dónde los tenis de los asistentes se destrozaron por el baile, pero donde se disfrutó de la música de uno de los raperos más importantes de la actualidad.
Hoy el festival continúa con su segunda fecha, con la participación estelar de la japonesa Peggy Gou, y los exponentes del corrido tumbado Fuerza Regida.