Eliminar el maquillaje de forma adecuada es crucial para el cuidado de tu piel. La técnica de doble limpieza se ha vuelto popular y es esencial para asegurar una limpieza completa y delicada.
Aceite Limpiador: Comienza con un aceite limpiador para eliminar maquillaje resistente al agua y residuos de contaminación. Escoge un aceite adecuado para tu tipo de piel para evitar irritaciones.
Leche Desmaquillante: Continúa con una leche desmaquillante para una limpieza profunda sin dañar la piel. Opta por una fórmula que hidrate y nutra tu piel, especialmente si es sensible.
Tónico: El tónico refresca y prepara tu piel para los productos de cuidado. Ayuda a absorber mejor los siguientes pasos de tu rutina.
Espuma o Agua Micelar: Utiliza una espuma limpiadora o agua micelar para eliminar impurezas sin dejar sensación grasosa. Escoge el producto adecuado para tu tipo de piel.
Crema Hidratante: Concluye tu rutina con una crema hidratante para mantener la humedad de tu piel. Aplica una crema ligera para evitar la sequedad.
Desmaquillarte correctamente es simple con los productos adecuados y el orden correcto. Dale a tu piel el cuidado que merece para mantenerla saludable y radiante.