La aparición fulgurante del inglés de 18 años sirvió como un aviso para el resto de la parrilla.
Con apenas tres sesiones en Fórmula 1, el nombre del británico Oliver Bearman quedó registrado por todos los equipos del paddock como una opción a futuro, luego de subirse al Ferrari del español Carlos Sainz sin tiempo para prepararse, disputar la Práctica 3 en Arabia Saudita, avanzar hasta la Q2 en calificación y ser séptimo en el Gran Premio.
La aparición fulgurante del inglés de 18 años sirvió como un aviso para el resto de la parrilla, luego que en este 2024 la F1 no cuenta con debutantes y los 20 que terminaron el calendario del 2023 regresaron para el comienzo en Bahréin, en una inusual muestra de estabilidad en el serial.
No obstante, lo hecho por Bearman recordó lo sucedido la campaña anterior con el neozelandés Liam Lawson, quien reemplazó al australiano Daniel Ricciardo por cinco fechas en AlphaTauri y se quedó con dos puntos al ser noveno en Singapur superando lo hecho por el neerlandés Nyck de Vries, quien había comenzado el 2023 como titular.
Por ello, tanto Bearman como Lawson y el joven maravilla de Mercedes, el italiano Andrea Kimi Antonelli aspiran a conseguir un sitio permanente en el Gran Circo para el 2025, aunque para la llegada de sangre nueva algunos de los experimentados tendrán que marcharse, en un mercado de conductores que promete ser intenso durante los próximos meses.