Se requieren espacios adecuados para atender a pacientes con deterioro cognitivo o demencia.
En Coahuila y en México hacen falta centros de día, centros de noche o residencias geriátricas para cuidar a una población que está envejeciendo; además, no existen cifras exactas sobre este tipo de establecimientos en el país. En 2020 se reportaron 1,500 espacios y solo 15 estaban diseñados para atender a personas con demencias, como el Alzheimer.
El doctor Érick Sotomayor, especialista en Medicina Interna, resaltó la importancia del anuncio realizado por el DIF-Coahuila, sobre la apertura de seis centros de atención para adultos mayores. Estos centros ofrecerán servicios de atención diurnos y vespertinos para aquellas personas que sufren algún tipo de deterioro cognitivo o demencia establecida.
En estos lugares recibirán una alimentación balanceada, atención médica, tratamiento especializado a cargo de geriatras, psiquiatras y psicólogos, así como terapias de activación física para fortalecer la memoria y mejorar la capacidad de retención, con el objetivo de fomentar su independencia y funcionalidad.
"Aunque el proyecto es interesante, se queda corto con relación a las necesidades de una población que está envejeciendo de forma acelerada. ¿A cuántas personas podrán atender de manera integral, adecuada y efectiva? ¿Con cuánto personal contarán? ¿Será un servicio gratuito o tendrá un costo? El esfuerzo es valioso, pero es necesario ir más allá, promoviendo la formación de geriatras, gerontólogos, neurólogos, psiquiatras y otros expertos", afirmó.
De acuerdo con el Censo de Alojamientos de Asistencia Social realizado en el 2020, se contabilizaron en el país 1,500 establecimientos para la atención de adultos mayores, beneficiando a más de 27,000 personas. Sin embargo, solo el 8% de estos eran públicos, siendo la gran mayoría de carácter privado.
Esto significa que solo 120 centros eran operados o administrados por el gobierno, una oferta muy limitada, considerando que muchas personas provienen de familias de escasos recursos económicos y no tienen posibilidad de costear los centros de día o de noche.
"Es lamentable, pero en México el tema del envejecimiento saludable prácticamente no aparece en los discursos de los políticos. ¿Quién se preocupa por garantizar una atención digna y de calidad para los adultos mayores que presentan señales de deterioro cognitivo o que padecen demencia? ¿Quién ha propuesto presupuesto para abrir residencias geriátricas destinadas a personas vulnerables?", cuestionó.
Actualmente, son los familiares quienes se hacen cargo de cuidarlos en casa. Se estima que más de 3 millones de adultos mayores tienen discapacidad o dificultades para caminar, asearse y realizar las actividades cotidianas, dependiendo en gran medida del apoyo externo. Muy pocos acuden a un centro de día o de noche.
Además, estos establecimientos prácticamente solo reciben a personas que aún son independientes y tienen cierto grado de autosuficiencia. "Los servicios de salud públicos y privados enfrentan un gran desafío, pero al parecer no es una prioridad", concluyó.