El puente, construido en 1878, se encuentra en un camino que utilizan los conductores que buscan evitar el centro de Lyndonville.
Uno de los históricos puentes cubiertos de Vermont, en Estados Unidos, se ha convertido en víctima de la tecnología.
Los conductores de camiones de grandes dimensiones que determinan sus rutas con GPS chocan constantemente contra la estructura en celosía del puente Miller’s Run, construido hace 140 años.
Los choques suceden a pesar de varios carteles luminosos que advierten a los camiones demasiado altos o pesados que no deben cruzarlo. Los infractores enfrentan una multa de 5 mil dólares del municipio y sanciones estatales, pero eso no le ahorra golpes al puente.
“El pretexto más común de los conductores es el GPS”, dijo el gerente municipal de Lyndon, Justin Smith. Dice que el verdadero problema es la falta de sentido común.
El puente, construido en 1878 y renovado en 1995, se encuentra en un camino que utilizan los conductores deseosos de evitar el centro de Lyndonville. Esta población cuenta con cinco puentes cubiertos históricos, dos de los cuales están habilitados.
El jefe de policía Jack Harris calcula que el puente Miller’s Run ha sufrido una veintena de choques, dos de ellos en un solo día. Los conductores utilizan programas de GPS para automóviles, no para vehículos comerciales.
La mayoría de los choques causan daños a la estética, pero en dos ocasiones fue necesario cerrar el puente durante varios meses para reparar los daños, apuntó.
En 2019, un gran camión dañó los soportes, y los costos de la reparación ascendieron a 100 mil dólares, dijo Smith. En la mitad de los casos, el municipio recupera los fondos a través de los seguros de los conductores... si consigue atraparlos. Muchos siguen alegremente su camino.
“Después dicen que no se dieron cuenta, y, sin embargo, muchas veces el camión se detiene en la mitad del puente y ellos echan una mirada para ver si destruyeron algo”, dijo Harris. “Los que se detuvieron y esperaron se cuentan con los dedos de una mano”.
Muchos no tienen experiencia en la conducción de camiones grandes, como la gente que los alquila para una mudanza, acotó.