La exportación de telas a México por parte de extranjeros está superando a lo que se tiene nacionalmente, es por ello que exhortan al consumo local para no descender.
El mercado textil mexicano enfrenta un reto sin precedentes: La avalancha de telas importadas provenientes de China ha conquistado terreno, afectando incluso a ciudades como Monclova y la Región Centro de Coahuila.
Este fenómeno ha generado una crisis para las tiendas y comerciantes locales, quienes luchan por mantenerse a flote en medio de una competencia desigual. Arturo Valdés, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, aseguró que falta solidaridad para que los habitantes adquieran marcas locales y los vendedores deben atraer a los clientes con mejores precios.
Impacto. “La industria textil aquí en México está en desgracia porque cada vez nos está pegando más y a lo mejor tiende a desaparecer si siguen así las tendencias, pero esperemos en no llegar a ese extremo”, declaró el presidente.
En los últimos años, las importaciones mexicanas de materias textiles y prendas confeccionadas desde China han experimentado un crecimiento exponencial, pues según datos del Banco de México, estas importaciones aumentaron un asombroso 157% en la última década, alcanzando un récord de 4 mil 660 millones de dólares en 2023. Esta cifra representa un desequilibrio alarmante en comparación con el crecimiento general de las importaciones mexicanas de productos chinos, que fue del 86.2% en el mismo período.
Alerta. La preocupación por esta situación se intensificó durante el VII Encuentro Nacional de la Cadena Fibra-Textil-Confección-Calzado, donde empresarios mexicanos expresaron su inquietud por el crecimiento imparable de las importaciones del gigante asiático. Esta alza se ha visto impulsada por el auge de nuevas plataformas de comercio electrónico, destacando marcas como Shein y Temu, cuyo modelo de negocio 100% digital ha exacerbado aún más la competencia desleal. Una de las principales preocupaciones radica en el régimen "de minimis", que exime de impuestos a ciertas operaciones de importación al menudeo. Según la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), más del 60% de las mercancías transaccionadas bajo este régimen corresponden al sector textil y del calzado. Además, se denuncia el ingreso ilegal de productos chinos al país bajo el régimen de importaciones temporales, eludiendo así el pago de impuestos y afectando gravemente a la industria nacional.
Los datos son reveladores: De los 4 mil 660 millones de dólares de importaciones de productos textiles chinos en 2023, el 62% corresponde a prendas y accesorios confeccionados.
¿Y la industria mexicana qué? Las partidas arancelarias de mayor valor incluyen suéteres, trajes, sastre, conjuntos y prendas de punto, entre otros, que representan una parte significativa del mercado mexicano.
Este panorama sombrío se agrava con la situación pospandémica de las industrias textilera y del vestido en México, hay que recordar que Jalisco era una de las entidades de mayor producción textil, al igual que Aguascalientes, Guanajuato, Yucatán, Tlaxcala y Puebla. A pesar de la recuperación generalizada de la manufactura, estas ramas aún se encuentran por debajo de sus niveles prepandémicos, según datos del (INEGI) Instituto Nacional de Geografía y Estadística.
Ante esta crisis, las autoridades mexicanas han comenzado a tomar medidas.
El subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, Othón Valverde, ha anunciado la revisión de las importaciones temporales para proteger a la industria nacional.
Además, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha intensificado su monitoreo sobre estas importaciones, especialmente aquellas empresas que no cumplen con la debida certificación de impuestos.
La invasión de telas importadas de China ha desencadenado una crisis en el mercado textil mexicano, poniendo en riesgo la supervivencia de comerciantes y empresarios locales. La situación requiere medidas urgentes y coordinadas para proteger a la industria nacional y garantizar un futuro sostenible para el sector textil mexicano.
Esperanza. En base a ello el dirigente de la CANACO no le quedó más que recomendar comprar en México y exhortar a las personas en el consumo local pero no solo eso, ya que los textileros también se deben poner las pilas creando sus campañas de publicidad que están avaladas por la calidad de las telas que México tiene y que los diferencia de cualquier prenda extranjera.
“Esperemos que la gente haga conciencia y, como dicen, tenemos que ser solidarios con los mexicanos, es que nos falta mucha difusión en cuanto a difundir las cosas mexicanas y su compra, pero si dan a conocer su marca y la gente lo entiende nos va a ir bien, no se nos va a caer” aseguró Arturo Valdés.