La voz de Goku se presentó en La Mole para ofrecer una charla, donde rindió homenaje a la memoria del diseñador
“Ahora se siente como si estuviéramos huérfanos, el papá se ha ido y es no saber qué va a pasar con los planes de Dragon Ball”, dijo Mario Castañeda, la voz oficial del guerrero Goku desde hace 28 años.
Esto fue en alusión a la reciente muerte de Akira Toriyama, creador del famoso anime hace 40 años y que actualmente sigue estrenando nuevas producciones.
“Hace poco estuve en Guatemala y es algo muy curioso, porque la gente se acercaba conmigo a darme las condolencias”, agregó el actor.
Esta tarde, en el marco de La Mole Convention que se realiza en el WTC, Castañeda junto con Carlos Segundo (voz de Piccolo) y Rocío Garcel (intérprete de Bulma) ofreció una charla donde el creativo japonés fue recordado.
“Nos quedamos sin el padre de esto, pero nos queda la madre, que es la directora de doblaje en español que todos conocemos y que es Gloria Rocha, que ahora tiene 92 años, era alguien que comenzaba a las 6 de la mañana y terminaba de trabajar a las 10 de la noche”, recuerda Segundo.
En el encuentro, los organizadores dispusieron de un muro en el que, quien lo desee, puede dejar un mensaje en memoria de Toriyama.
“Muchas gracias por enseñarme a no rendirme”, escribió un visitante identificado como Aramis.
“Gracias por todas las tardes de infancia”, redactó un anónimo.
Durante la charla, Castañeda recordó que cuando inició el doblaje de la serie DB no era el fenómeno que se conoce, sino que era una caricatura que estaba gustando mucho.
A pregunta expresa, Segundo detalla que entre sus escenas más complicadas se encuentra la muerte del personaje en Dragon Ball Z.
“Muere protegiendo a Gohan y en ese momento le dije a Gloria (la directora de doblaje) si podía cambiar el texto. Originalmente Picolo le dice a Gohan que sea fuerte, yo pedí que se cambiara a un ‘te quiero’ y aceptaron”, recuerda.
Garcel, por su parte, acepta que en algún momento pidió ser relevada de la voz de Bulma, a la que dobló desde que el personaje era una niña.
“Dije: ya estoy viejita para ella. Y me dijeron que no, porque Bulma también estaba creciendo. Ahora puedo decir gracias por dejarme seguir haciéndola, la quiero aunque está reloca, pero es encantadora”, destaca la actriz.