Destacó que Xóchitl Gálvez está lista para una negociación de altura, ya sea con demócratas o republicanos.
En la revisión que se hará en 2026 al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), nuestro país no debe aceptar ninguna renegociación, advirtió el exsecretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
En reunión entre la candidata presidencial opositora, Xóchitl Gálvez, y empresarios de la Canaco Servytur, el exfuncionario en el sexenio de Enrique Peña Nieto señaló que es muy importante que los mexicanos nos refiramos a eso como una revisión.
“No vamos a renegociar el Tratado de Libre Comercio. ¿Qué quiere decir una revisión? Que llevaremos las agendas de los tres países porque habrá muchas áreas de oportunidad para mejorar el acuerdo, y en las que haya consenso, en automático se adoptan y se cambian”, dijo.
Explicó que donde haya diferencia, se abre un espacio de 10 años para llegar a una coincidencia: “Así es que eso de que es la terminación automática, no”.
“¿Ustedes creen que la administración Biden o la administración Trump, al pasar los 10 años de controversia, van a perder un acuerdo de esta naturaleza, simplemente por una diferencia?
“Claro que no. Creo que el problema más grande que vamos a enfrentar frente a cualquiera que sea la administración norteamericana, republicana o demócrata, no van a ser las reglas de origen automotriz, van a ser dos temas: cómo México garantiza que no estamos siendo motivo de triangulación de productos chinos que no cumplen con los compromisos, y que hoy es gran preocupación, como el caso del acero, y la segunda, la inversión china en México y la expansión de los mercados”, refirió Guajardo.
Sostuvo que China seguirá siendo un socio comercial de México “porque es fundamental, pero no es un aliado geopolítico estratégico”.
“Nuestra alianza geopolítica está en el norte y si China cumple con el acuerdo y con las leyes mexicanas, en la inversión el dinero no tiene color. Lo que hay que cumplir es con las regulaciones”, subrayó al destacar que Xóchitl Gálvez está lista para una negociación de altura, ya sea con demócratas o republicanos.