La obesidad afecta la capacidad de concebir un hijo, señalan especialistas. Una investigación liderada por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) revela que el 28 por ciento de pacientes entre 25 y 45 años que buscan tratamiento para la obesidad experimentan dificultades para concebir, siendo el 57 por ciento mujeres y el 43 % hombres.
El estudio, realizado con 434 participantes (248 mujeres y 186 hombres) con un Índice de Masa Corporal (IMC) de 30 o más, indica que el exceso de peso corporal puede afectar negativamente la fertilidad en ambos sexos. Este índice, que evalúa la categoría de peso corporal, evidencia que la obesidad desencadena alteraciones endocrinas que incrementan la subfertilidad y esterilidad.
La relación entre obesidad e infertilidad se manifiesta en la disminución de la calidad de óvulos, espermatozoides y embriones, así como en una respuesta ovárica comprometida. Además, un IMC superior a 30 condiciona los resultados de técnicas de reproducción asistida, afectando la tasa de implantación y gestación, y aumentando la probabilidad de aborto
La nutricionista clínica Carmen Escalada destaca que la obesidad provoca desequilibrios hormonales en las mujeres, afectando la calidad de los óvulos y su maduración.
En los hombres, se vincula con una menor cantidad y movilidad de espermatozoides, dificultando la fecundación. Perder peso y reducir la grasa corporal mejorará los niveles hormonales y la inflamación, incrementando las tasas de concepción y nacimientos.
El sobrepeso en ambos miembros de la pareja impacta negativamente en las tasas de éxito de la fecundación in vitro, requiriendo mayores dosis de medicación y afectando la calidad de óvulos y espermatozoides. Posterior al embarazo, aumentan los riesgos de preeclampsia y diabetes gestacional.
Además de los impactos fisiológicos, la psicóloga María González destaca el componente psicológico, donde la conciencia del impacto del exceso de peso puede generar estrés, afectando las relaciones sexuales y la ovulación. El estrés y la ansiedad pueden traducirse en comportamientos alimentarios negativos, exacerbando la obesidad.
El IMEO subraya la importancia de que los futuros padres tomen conciencia de los efectos de la dieta y el estilo de vida en la función reproductiva. Un enfoque multidisciplinario, abordando factores médicos, psicológicos, emocionales, nutricionales y de estilo de vida, es clave para optimizar la fertilidad y mejorar las posibilidades de concepción, ya sea de forma natural o mediante técnicas de reproducción asistida.