Para qué sirve el ácido acetilsalicílico o Aspirina: un medicamento con una larga historia

El ácido acetilsalicílico (AAS), más conocido como Aspirina, es un medicamento con una larga historia y una amplia gama de aplicaciones. 

Desde su descubrimiento hace más de un siglo, este principio activo ha demostrado ser un aliado eficaz para combatir el dolor, la fiebre y los síntomas del resfriado común.

El AAS actúa inhibiendo la producción de prostaglandinas, unas sustancias que participan en la transmisión del dolor, la inflamación y la fiebre. Al bloquear su producción, se reduce la intensidad de estos síntomas, proporcionando un alivio rápido y efectivo.

¿Para qué se utiliza el ácido acetilsalicílico?

El acetilsalicílico se utiliza principalmente para:

Aliviar el dolor leve a moderado: dolores de cabeza, musculares, dentales, menstruales, etc.

  • Reducir la fiebre: en procesos gripales o catarrales.
  • Prevenir la formación de coágulos sanguíneos: en algunos casos específicos, como después de un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.

¿Cómo el acetilsalicílico?

El AAS se administra por vía oral en diferentes formatos: comprimidos, gránulos, sobres efervescentes, etc. La dosis y la frecuencia de administración dependerán del uso específico que se le vaya a dar.

Combinaciones con otros principios activos:

El AAS puede combinarse con otros principios activos para potenciar su eficacia o ampliar su rango de acción. Algunas de las combinaciones más comunes son:

AAS y vitamina C: para el tratamiento del dolor y la fiebre, además de fortalecer el sistema inmunológico.
AAS, clorfenamina y fenilefrina: para aliviar los síntomas del resfriado común, como dolor, fiebre, congestión nasal y secreción nasal.

Es importante leer el prospecto del medicamento antes de tomar AAS y consultar a un médico en caso de dudas. Algunas de las precauciones y contraindicaciones a tener en cuenta son:

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