¿Alguna vez te has preguntado por qué tu piel parece tener una textura similar a la de una gallina? La queratosis pilaris (KP) podría ser la respuesta. Esta afección cutánea, más conocida como "piel de gallina", afecta a millones de personas en todo el mundo, pero ¿qué es exactamente y cómo se puede tratar?
La queratosis pilaris se caracteriza por la presencia de pequeñas protuberancias ásperas en la piel, que suelen aparecer en áreas como la parte posterior de los brazos, los muslos, las nalgas y las mejillas.
Estas protuberancias, del tamaño de un grano de arena, pueden ser rojas o marrones, y son el resultado de la acumulación de queratina en los folículos pilosos. Este exceso de queratina obstruye los poros, creando así las protuberancias características de la afección
Aunque la queratosis pilaris no tiene cura, existen diversos tratamientos que pueden ayudar a mejorar su apariencia y aliviar los síntomas
¿Cuáles son los síntomas de la queratosis pilaris?
Los síntomas más comunes de la queratosis pilaris son:
- Pequeñas protuberancias ásperas en la piel
- Piel seca y áspera
- Leve picazón o irritación
- Enrojecimiento o coloración marrón de las protuberancias
Entre estos tratamientos se incluyen el uso de exfoliantes para eliminar las células muertas de la piel y destapar los poros, humectantes para mantener la piel hidratada y reducir la picazón, así como cremas con ácido salicílico o urea para ayudar a eliminar la queratina acumulada. En casos más severos, se puede recurrir a retinoides tópicos o a la terapia de luz.
Es importante destacar que la queratosis pilaris no es contagiosa. Se trata de una condición cutánea hereditaria que suele manifestarse en la infancia y puede persistir hasta la adultez.
Aunque no existe una forma segura de prevenirla, hay algunas medidas que pueden ayudar a reducir su severidad, como mantener la piel hidratada, exfoliarla regularmente con productos suaves, evitar el uso de jabones agresivos y optar por ropa de algodón suave y transpirable.
Te recomendamos que consultes con un dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Recuerda que con los cuidados adecuados, es posible manejar esta condición y disfrutar de una piel más suave y saludable.