La contienda presidencial en México ha comenzado con fuerza, marcada por una serie de propuestas y reacciones entre los principales contendientes.
Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez, y Jorge Álvarez Máynez han presentado sus planes en áreas clave como seguridad, programas sociales y políticas de género, desencadenando un intenso debate público.
Xóchitl Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México, ha enfocado su atención en la seguridad, proponiendo la construcción de una prisión de máxima seguridad con tecnología avanzada para disuadir a los delincuentes.
Además, promete duplicar el tamaño de la Guardia Nacional y aumentar el apoyo tecnológico y económico a las fuerzas policiales locales.
Por otro lado, Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, ha destacado la necesidad de abordar las causas subyacentes de la violencia, fortaleciendo la Guardia Nacional y coordinando esfuerzos con las fiscalías locales para combatir la impunidad.
También ha prometido atención prioritaria a la crisis del agua y la transición hacia energías renovables.
Jorge Álvarez Máynez, representando a Movimiento Ciudadano, ha prometido una nueva estrategia de seguridad para pacificar el país, así como mejorar las condiciones laborales de las fuerzas de seguridad y atención integral a las víctimas de desaparición.
Las propuestas de Sheinbaum han sido objeto de críticas por parte de Gálvez, quien la acusa de prometer lo que la administración actual ha desmantelado.
Gálvez ha cuestionado por qué Sheinbaum no actuó cuando se eliminaron programas sociales y ha señalado la falta de coherencia en sus compromisos.
En respuesta, Sheinbaum ha enfatizado la importancia de centrarse en propuestas constructivas y ha instado a que la campaña se centre en ideas y proyectos para el país.
Sin embargo, ha revivido una polémica pasada con Gálvez, recordando un incidente relacionado con un dulce, lo que ha generado controversia y atención mediática.
A medida que avanza la campaña, México está atento a que los candidatos profundicen en sus propuestas y aborden una amplia gama de temas, desde economía hasta medio ambiente, todos clave para la próxima administración.
En tanto, los debates presidenciales prometen ser un escenario crucial para el contrapunteo de ideas y la evaluación de las capacidades de liderazgo de cada candidato.
Con la seguridad, el bienestar social y la igualdad de género en el centro de la arena, el futuro del país está en juego en estas elecciones presidenciales de 2024.
Ojalá México pueda elegir a un buen presidente o presidenta, más allá del juego de las campañas. El tiempo apremia.