Lo que posiblemente fue un mal manejo clínico, dejó a la recién nacida sin oxígeno y terminó con encefalopatía hipóxico-isquémica, pasará toda su vida postrada en una cama.
Sin incubadora ni oxígeno es como fue enviada la pequeña Keidy desde la clínica Semma al hospital Amparo Pape de Benavides por tener complicaciones para respirar, esto ordenado por el pediatra y enfermera en turno quienes sin cuidado alguno presuntamente orquestaron el traslado, pero sin ningún tipo de acompañamiento médico y eso ha mermado su vida por completo.
Lo que sería una atención de calidad en una reconocida clínica en donde las mujeres van con ilusión de ser madres en un cálido lugar terminó siendo un terror para Lucero Esquivel quien al dar a luz nunca pensó que su hija la cual nació sana adquiriría una enfermedad irreparable, encefalopatía hipóxico-isquémico y hoy en día con un año y 3 meses Keidy tan solo pesa 4 kilos.
Historia. Keidy Rojas, nació el 5 de noviembre del 2022 sin ninguna complicación pese a que nació a las 35 semanas de gestación por medio de una cesárea, ya que su peso y desarrollo ya lo ameritaban y se encontraba bien en todos los sentidos, pero al ser prematura debía mantenerse en una incubadora recibiendo oxígeno, todo marchaba bien, pero al quinto día comenzó a tener dificultades para respirar sus labios se ponían morados, ante ello su abuela se dio cuenta y de inmediato pidió auxilio al pediatra de cabecera.
El pediatra José ‘N’ les informó que debían trasladarla al hospital Amparo Pape de Benavides, pero él no podía acompañarla en la ambulancia porque tenía un compromiso personal con su hijo y la enfermera en turno tampoco podía porque su relevo no había llegado.
Al sitio llegó una ambulancia de la Cruz Roja con 2 paramédicos, quienes preguntaron si la menor viajaría con personal médico y bajo qué cuidados. Para ello, el pediatra les dijo que no necesitaba oxígeno o incubadora y en el viaje la acompañó su abuela paterna y uno de los paramédicos. “Su abuela presenció cuando la niña dejó de respirar y el paramédico le dijo que no podía ponerle nada porque el pediatra no les dijo nada, aparte la llevaban en una camilla para adultos, ni siquiera en incubadora”, manifestó la tía de la menor Ayram Esquivel, quien ha dado a conocer el caso. En el traslado, la menor sufrió un paro cardiaco y perdió los signos vitales. Al llegar al hospital, Amparo Pape la reanimaron, pero los daños cerebrales resultaron irreparables.
“Los doctores que la recibieron no podían creer que mandaran a una beba en ese estado y condiciones porque llegó muerta, lloraban de coraje, también las enfermeras estaban enojadas”, expresó su tía.
Diagnóstico. La menor volvió a vivir, aunque desafortunadamente la falta de oxígeno dañó su salud irreparablemente, puesto que volvió a sufrir 2 paros cardíacos, contrajo meningitis y a raíz de todo eso ser diagnosticada con encefalopatía hipóxico-isquémico. Actualmente, la niña tiene un peso de 4 kilogramos, pero en cuanto nació fue de 2 kilos 800 lo que quiere decir que en ella es como si el tiempo no estuviera pasando, la pequeña no puede deglutir es decir comer por sí misma y deberá ser alimentada por sonda el resto de su vida, además su madre debe sacar sus secreciones de la nariz o boca con una perilla y tiene el riesgo de bronco aspirarse en cualquier momento, no cuenta con ningún tipo de movilidad del cuerpo, su mirada está perdida e incluso los médicos no han determinado si tiene la posibilidad de ver o no, también tiene parálisis cerebral y a la fecha ha enfrentado 4 neumonías, agregando su diminuto tamaño que informan hasta el momento no cambiará y no se tiene un panorama certero. Todo esto evidentemente ha mermado de por vida el destino de Keidy.
Aunque sus familiares la trasladaron a una clínica de Houston, el diagnóstico es el mismo. “Los doctores nos dicen que está así por una negligencia médica porque la niña nació bien, todo fue porque le faltó oxígeno”, señaló Ayram Esquivel.
Tratamiento. Al día de hoy la familia ha gastado más de 500 mil pesos y diariamente necesita medicamentos para evitar que sufra de convulsiones espontáneas y con el fin de ganar peso le recetaron una leche como suplemento alimenticio que mensualmente les cuesta 30 mil pesos. “La niña no puede estar sola ni un minuto, mi hermana que es su mamá no puede trabajar o descuidarla porque algo grave le puede pasar y nadie quiere eso”, dijo Ayram.
Autoridades. La familia ha decidido actuar legalmente en contra quien o quienes resulten responsables señalando de prioridad al pediatra José ‘N’ y la enfermera, Ayram aseguró que si no lo hicieron antes fue porque el dinero y tiempo que tenían lo necesitaban para tratar a la niña siendo ella la propiedad, pues gastar en abogados era algo que no mejoraría la salud de la Keidy.
Relevancia. A raíz de este caso, más mujeres comenzaron a manifestarse por redes sociales, tal y como la usuaria Mary Garza, quien expresó “así nos pasó a nosotros, pero mi nieto murió por no tener esos cuidados en esa clínica que solo busca dinero y no el bienestar de la gente”.
“Es el caso de mi sobrino, también fue igual negligencia médica”, menciono la usuaria Ime León, y más comentarios de este tipo fueron los que la comunidad expresó.
La familia de Keidy vive con la esperanza de que el tiempo transcurra y al menos una de las secuelas desaparezca y con el tiempo la pequeña crezca y al menos su rostro deje de ser inmóvil y exprese una sonrisa. Pero por lo pronto presentarán su denuncia formalmente ante las autoridades correspondientes.