El hecho generó una fuerte movilización por parte de la policía.
Una intensa actividad policial y de servicios de emergencia se desató en el Hotel Sabina de la Zona Centro de Monclova, cuando se informó sobre la presencia de una persona sin vida en una de las habitaciones.
Sin embargo, lo que inicialmente parecía un trágico suceso, se convirtió en un alivio para las autoridades y socorristas de la Cruz Roja, ya que el hombre no estaba muerto solo estaba ahogado en alcohol.
Al llegar al lugar, los policías y rescatistas descubrieron que el individuo en cuestión, identificado como Everardo Gonzales Morales, de 74 años, estaba simplemente profundamente adormecido por el alcohol.
Según relatos de testigos, Gonzales había estado alojado en la habitación desde el pasado domingo, donde se sumergió en una fiesta desenfrenada acompañado de botellas de Tonoyan.
La escena desconcertante mostraba a Gonzales tranquilamente acostado en la cama, completamente desnudo y rodeado de las botellas que dieron lugar a la confusión inicial. Ante tal situación, los oficiales no pudieron más que recordar la famosa expresión: "no estaba muerto, andaba de parranda".
Tras verificar que no había peligro real para Gonzales, las autoridades decidieron permitirle continuar con su descanso, dejándolo en paz en la habitación del hotel.