A lo largo del evento, los tótems han capturado la atención, pero ¿cuál es su verdadero significado? En esta crónica, te lo contamos
Las mexicanas Paula Martín y Flor Capistran iniciaron las actividades del segundo día del décimo aniversario del Electric Daisy Carnival en sus respectivos escenarios. Además de representantes del techno, los mexicanos también se harán sentir con artistas como Rebolledo y Jessica Audiffred.
Entre la música y diversas propuestas, desde el house hasta el techno con bajos potentes que el público agradece entre gritos, se observan imágenes en lo alto de todos los escenarios que la audiencia levanta con orgullo. Estos son los tótems, una tradición del festival. Los fans explican su significado:
"Lo traemos principalmente para no perdernos de nuestros amigos porque somos un grupo bastante grande. Así nos identificamos, no importa lo lleno que esté un escenario o que nos perdamos en algún punto por la afluencia", explica Salvador Hernández, quien lleva un tótem de más de dos metros de alto con el personaje musculoso de Patricio, de la serie animada Bob Esponja.
Otros asistentes decoran sus tótems con flores y los elaboran con materiales livianos, desde papel hasta unicel, que son los permitidos por el festival. El soporte de dónde lo sostienen es de tubo de plástico.
Además del humor que muestran desde memes o personajes de la cultura popular con alguna frase memorable, también hay quienes toman en serio la tradición para mostrar su amor por la música electrónica y los festivales.
Uno de ellos es Víctor Samaniego, quien trae un tótem con las siglas P.L.U.R.: "Estas siglas son representativas de la cultura rave, donde siempre deben permanecer estos valores y es lo que representa venir a estos eventos: Paz, Amor, Unidad y Respeto", cuenta el asistente.
Además, hasta arriba de su tótem luce un corazón con las siglas del festival EDC: "Representa sobre todo el amor, el sentimiento que significa venir aquí. Llevo ocho años haciéndolo y lo sigo disfrutando igual", cuenta Víctor.
Bajo esos valores parece desenvolverse el público, bailando en libertad, sin incomodar a nadie, respetando espacios y personas, y sobre todo, disfrutando la música. Más tarde, el público demostrará eso de nuevo con artistas como el francés David Guetta, hasta Nina Kraviz desde Rusia.