La Entrevista con Rodolfo Reyna

'Todos nuestros sueños pueden hacerse realidad'. 

En el mundo de los cuerpos de rescate, hay personas cuya dedicación y compromiso van más allá de lo ordinario. Rodolfo Reyna es uno de esos héroes anónimos cuya vida ha estado marcada por décadas de servicio desinteresado en situaciones de emergencia y desastre. Con una trayectoria que abarca casi cuatro décadas, Rodolfo, mejor conocido como "Toto", ha sido testigo y protagonista de algunos de los momentos más desafiantes y conmovedores en la historia de los cuerpos de rescate en Monclova y más allá.

Desde sus humildes comienzos como joven voluntario en Águilas Doradas hasta su actual posición como miembro destacado del Grupo de Urgencias Médicas (GRUM), Rodolfo ha dedicado su vida a salvar vidas y brindar apoyo en momentos de crisis. Su valentía y determinación se han puesto a prueba en innumerables ocasiones, desde enfrentarse a explosiones mortales hasta participar en operativos de rescate en terremotos devastadores.

En esta entrevista exclusiva, exploramos los momentos más impactantes, gratificantes y desafiantes de la carrera de Rodolfo como socorrista. Acompáñanos en este viaje a través de las experiencias y reflexiones de un verdadero héroe cotidiano, Rodolfo Reyna.

¿Cómo fue tu inicio en los cuerpos de rescate a tan temprana edad?

“Mi ingreso a los cuerpos de rescate a la edad de 13 años fue una combinación de factores. Desde pequeño, siempre sentí una fuerte vocación por ayudar a los demás, inspirado en gran medida por mi madre, quien siempre me inculcó la importancia de la solidaridad y el servicio comunitario.  Unirme a Águilas Doradas a esa temprana edad fue el primer paso en un viaje que me ha llevado a dedicar mi vida al servicio de los demás”.

¿Cuál ha sido la experiencia más impactante que has vivido durante tus 39 años de servicio en los cuerpos de rescate?

“Durante mis casi cuatro décadas en los cuerpos de rescate, he enfrentado numerosas situaciones difíciles, pero dos de ellas destacan por encima de las demás. La primera fue el rescate tras la explosión de Pasta de Conchos, un evento que dejó una marca imborrable en mi memoria debido a la magnitud de la tragedia y la intensidad del trabajo de rescate. La segunda experiencia sobrecogedora fue la explosión de Celemania, donde perdí a compañeros y amigos en circunstancias desgarradoras. En aquel momento, la impotencia de no poder salvar a quienes estaban heridos por la explosión me afectó profundamente y me recordó la fragilidad de la vida humana”.

¿Cómo te sentiste al enfrentarte a situaciones tan críticas como las explosiones que mencionas?

“Enfrentarme a situaciones tan críticas como las explosiones de Pasta de Conchos y Celemania fue una experiencia desgarradora y desafiante. Sentí una mezcla abrumadora de tristeza, frustración y determinación. La tristeza de ver el sufrimiento y la pérdida de vidas humanas, la frustración de no poder hacer más para ayudar en medio del caos y la determinación de seguir adelante y hacer todo lo posible por aquellos que necesitaban ayuda. Estos momentos me recordaron la importancia de la resiliencia emocional y el apoyo mutuo en tiempos de crisis”.

¿Qué significó para ti participar en eventos de gran magnitud como el terremoto de 1985 en la Ciudad de México?

“Participar en eventos de gran magnitud como el terremoto de 1985 en la Ciudad de México, fue una experiencia transformadora. Formar parte del grupo topos y contribuir en las labores de rescate y recuperación en medio de la devastación fue un honor y un desafío sin igual. Fue un momento en el que la solidaridad y la unidad se hicieron palpables, donde personas de diferentes orígenes y habilidades se unieron en un esfuerzo común por salvar vidas y reconstruir comunidades. Esta experiencia reafirmó mi compromiso con el servicio público y me enseñó la importancia del trabajo en equipo y la solidaridad en momentos de crisis”.

Después de tantos años de servicio, ¿qué te motiva a seguir adelante como socorrista?

“Después de tantos años de servicio, mi motivación para seguir adelante como socorrista sigue siendo la misma que al principio: El deseo innato de ayudar a los demás y hacer una diferencia positiva en el mundo. Además, la inspiración que me dejo mi esposa Sandra Luz Rodríguez Vázquez, que siempre me inculco ayudar a los demás".

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