La pérdida de audición es una preocupación global que afecta a millones de personas en todo el mundo. Si bien existen diversas causas, la exposición al ruido fuerte ha sido identificada como un factor clave. Actualmente, las medidas preventivas se centran en evitar los ruidos intensos o utilizar tapones para los oídos. Sin embargo, un nuevo estudio respaldado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) podría ofrecer una perspectiva innovadora sobre cómo abordar este problema.
Investigadores de la Universidad de Pittsburgh, liderados por Thanos Tzounopoulos, Amantha Thathiah y Chris Cunningham, han realizado un estudio que arroja luz sobre una posible solución para prevenir la pérdida auditiva inducida por el ruido. Publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, este estudio se centra en el exceso de zinc en el oído interno como un factor clave en la pérdida de audición relacionada con el ruido.
El equipo de investigación descubrió que los niveles de zinc aumentan y se desregulan en el oído interno después de la exposición a ruidos fuertes, lo que conduce a daños celulares y alteraciones en la comunicación entre las células sensoriales del oído. Esto sugiere que el exceso de zinc podría desempeñar un papel crucial en la pérdida auditiva inducida por el ruido.
Lo más prometedor es que el estudio también ofrece una posible solución: el uso de un compuesto de liberación lenta que actúa como agente quelante de zinc. Este compuesto se une y atrapa el exceso de zinc libre en el oído interno, lo que limita el daño coclear y la pérdida de audición asociada. Experimentos en ratones han demostrado que este enfoque puede proteger contra el daño auditivo inducido por el ruido.
Si bien aún se necesitan estudios adicionales para determinar la eficacia y seguridad de este tratamiento en humanos, estos hallazgos abren nuevas vías de investigación para abordar la pérdida auditiva relacionada con el ruido. Los investigadores planean realizar estudios preclínicos adicionales para evaluar la viabilidad de este enfoque como una estrategia preventiva en humanos.
Mientras tanto, es importante seguir practicando medidas de protección auditiva, especialmente en entornos ruidosos. Si bien este nuevo tratamiento podría ofrecer una solución prometedora en el futuro, por ahora, la prevención sigue siendo la mejor estrategia para proteger nuestra audición en el día a día.