Por la violencia, más de 100 iglesias evangelistas en Chiapas han cerrado sus puertas.
La decisión se tomó debido a la difícil situación que enfrentan las comunidades, donde más de tres mil habitantes de 86 comunidades tomaron la alcaldía, incendiaron casas y vehículos, saquearon tiendas e hicieron replegar a elementos del Ejército, la Guardia Nacional y policías estatales que mantenían el control del pueblo.
Indígenas tsotsiles y tseltales, muchos de ellos miembros de las autodefensas de El Machete, llegaron desde la madrugada para quemar las casas de quienes consideran forman parte o tienen vínculos con la familia Los Herrera y el narco ayuntamiento, como se les conoce.
El presidente de la Asociación de Pastores Evangélicos de Tapachula, Gamaliel Fierro Martínez, explicó que la violencia en la región ha hecho imposible el funcionamiento de las iglesias, ya que clérigos y feligreses han tenido que huir de sus comunidades para evitar ser víctimas del crimen organizado.
Los templos afectados se encuentran en municipios como Chicomuselo, Siltepec, El Porvenir, Bella Vista, Bejucal de Ocampo, Mazapa de Madero y Amatenango de la Frontera.
Fierro Martínez señaló que muchas familias han huido a la sierra para evitar ser reclutadas por los grupos criminales que las obligan a unirse a sus filas a cambio de no hacerles daño.
Además de la violencia entre grupos criminales, los habitantes de la región de la Sierra de Chiapas enfrentan escasez de alimentos, por lo que el líder de la iglesia evangelista en Tapachula urgió a las autoridades a tomar medidas que garanticen la tranquilidad y paz de los habitantes.