Advirtió que el crimen organizado no solo afecta la seguridad pública, sino que también tiene implicaciones económicas que obstaculizan el desarrollo y el progreso del país
El crimen organizado en el sector agropecuario ha contribuido al aumento desmedido de precios en productos básicos, generando una cadena de impactos tanto para los consumidores como para los productores en México, enfatizó Enrique de la Madrid.
Durante su participación en el Foro Agronegocios Business Summit 2024, el coordinador de las mesas temáticas para la construcción del Plan de Gobierno de Xóchitl Gálvez para el periodo 2024-2030, enfatizó la urgencia de abordar el problema de la inseguridad y la creciente influencia del crimen organizado en la economía mexicana.
Hizo hincapié en cómo estas organizaciones criminales han encontrado formas de imponer impuestos encubiertos en productos básicos, incrementando los precios de manera exorbitante y afectando tanto a productores como a consumidores.
De la Madrid señaló que el crimen organizado no solo ha logrado infiltrarse en la cadena de producción y distribución de alimentos, sino que también ha encontrado formas de evadir impuestos y de obtener ingresos ilegales, todo ello sin pasar por los canales legítimos de recaudación.
Subrayó cómo esta realidad ha contribuido al debilitamiento del Estado mexicano y ha puesto en entredicho la capacidad del gobierno para garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.
Advirtió que el problema del crimen organizado no solo afecta la seguridad pública, sino que también tiene profundas implicaciones económicas que pueden obstaculizar el desarrollo y el progreso del país. Instó a las autoridades y a la sociedad en su conjunto a enfrentar esta problemática con determinación y a adoptar medidas efectivas para combatir la corrupción y fortalecer el Estado de derecho.
Hizo un llamado a transformar el sector agrícola en un motor de desarrollo económico y social, basado en los principios de productividad, rentabilidad y gestión sostenible del agua.
El exfuncionario destacó la importancia de no solo aspirar a convertir al campo en un espacio de oportunidades, sino también en un sector que garantice una vida digna para quienes dependen de él. En este sentido, enfatizó la necesidad de promover la producción de alimentos de manera eficiente y competitiva, asegurando al mismo tiempo que esta actividad contribuya a mejorar los niveles de vida de los habitantes rurales.
Uno de los puntos clave de su intervención fue la urgencia de abordar los desafíos que enfrenta el campo en materia de comercio internacional. De la Madrid señaló la paradoja existente entre los esfuerzos por promover tratados de libre comercio y las barreras burocráticas y corruptas que obstaculizan el comercio de productos agropecuarios. En particular, destacó los problemas recurrentes en las aduanas mexicanas, que afectan la competitividad del sector y ponen en riesgo la capacidad de exportación de los productos agrícolas.
Además, De la Madrid hizo hincapié en la importancia de implementar medidas de apoyo a la comercialización, como subsidios y esquemas de cobertura de precios, para garantizar que los productores reciban un ingreso justo por su trabajo. También resaltó la necesidad de promover una mayor eficiencia en el uso del agua en el campo, reconociendo que este recurso es vital tanto para la producción agrícola como para el abastecimiento de las ciudades.
En este contexto, subrayó la importancia de impulsar la reconversión hacia cultivos más rentables y eficientes en el uso del agua, como una estrategia para generar empleo y mejorar los ingresos de los habitantes rurales. Concluyó su intervención instando a la sociedad mexicana a actuar con urgencia para enfrentar los desafíos que plantea la crisis del agua, tanto en el campo como en las ciudades, y a adoptar medidas concretas para garantizar un futuro próspero y sostenible para todos.
Resaltó la importancia de aumentar la inversión en ciencia y tecnología en México para que los científicos nacionales puedan evaluar de manera objetiva y transparente los impactos de los transgénicos en la agricultura y la salud. Considera que este enfoque contribuirá a reducir la oposición a los transgénicos y a promover su adopción de manera responsable y sustentable.
Por otro lado, enfatizó la necesidad de abordar los desafíos urgentes que enfrenta el sector agropecuario, como la sequía y las inundaciones causadas por el cambio climático.
Propuso la implementación de medidas de adaptación y resiliencia, así como la promoción de cultivos más eficientes en el uso del agua y menos vulnerables a las condiciones climáticas extremas.