Los prófugos evadidos de una cárcel de máxima seguridad en el sur de Brasil comieron con los miembros de la familia y después de cuatro horas se fueron caminando.
Dos presos de alta peligrosidad que se fugaron esta semana de la una prisión de máxima seguridad en Mossoró, en el estado brasileño de Rio Grande do Norte, tomaron como rehén a una familia el viernes por la noche, en la primera acción conocida desde que recuperaron la libertad tras un espectacular escape que sorprendió al país.
Según los investigadores, los fugitivos irrumpieron en la casa de una familia en una zona rural de la ciudad, pidieron comida, querían ver noticias sobre la fuga y robaron teléfonos móviles. El dúo permaneció allí unas cinco horas, no pidió dinero y huyó a pie.
La familia dijo a los investigadores que ambos hombres estaban sucios, olían mal y parecían desconcertados. Preguntaron varias veces dónde estaban y demostraron que no sabían dónde se encontraban, y les respondieron que estaban muy cerca del centro penitenciario de Mossoró.
Preguntaron también cómo llegar a Ceará, si estaban lejos de la costa y si había muchos controles de tránsito. Una de las víctimas dijo que había controles de carretera cerca de Mossoró. Los dos hombres huyeron a pie, sin llevarse el coche ni la moto que había en la casa.
Ambos hombres llevaban gorras, uno llevaba pantalones azul claro y zapatillas azules. Uno vestía una camisa oscura y el otro una camisa clara.
No hubo violencia contra los rehenes. El dúo llegó por el bosque hacia las 19.30 horas del viernes y abandonó la casa a las 0.30 horas del sábado. Cuando irrumpieron en la casa, dijeron que querían comida y teléfonos móviles. En una bolsa de plástico se llevaron comida, huevos cocidos y otros objetos que no estaban en la mochila.