Los pescados y mariscos son productos de fácil descomposición, por lo que los vendedores deberán estar alertas de las condiciones en sus productos.
Las pescaderías y los negocios que se dedican a la venta de pescado fresco serán sumamente vigiladas por Regulación Sanitaria para evitar enfermedades durante este tiempo de cuaresma, en donde la venta y el consumo de mariscos incrementa hasta un 50 por ciento, según información que mismos comerciantes emiten, por lo que se deberán mantener al margen de las medidas sanitarias para seguir aprovechando una de las mejores temporadas del año para este sector.
Aunque ya ha pasado más de un año de que la crisis de Altos Hornos de México golpeó a la entidad, afectando principalmente a familias y negocios locales, las personas dedicadas a la venta de mariscos aseguran que en esta temporada de cuaresma esperan un repunte considerable, aunque con el golpe negativo que ha tenido la economía local, se han visto afectados en un 20 por ciento, es decir, si anteriormente repuntaban sus ventas en un 70 por ciento, hoy en día solo incrementan 50 por ciento, pero esto no deja de ser una oportunidad para ellos.
Medidas. Faustino Aguilar Arocha jefe de la Jurisdicción Sanitaria, indicó que han iniciado con el recorrido de inspección en Monclova para luego continuar con Frontera y el resto de municipios de la región. En estos chequeos se está tomando muestra de los productos para enviarlos a Saltillo y verificar si son de calidad y no representan ningún riesgo en la salud de los compradores o, de lo contrario, se aplicarán las multas y clausuras que sean necesarias.
Ante estas medidas, los vendedores no pueden desaprovechar la oportunidad de repuntar sus ventas y arriesgarse a que sus negocios se vean afectados, por lo que no dudan en cumplir con una regulación de higiene adecuada.
Higiene. La comerciante Guadalupe Monarres aclaró que muchos negocios dedicados a la venta de pollo y mariscos, año con año, se preparan para la llegada de la cuaresma, pues suelen surtirse especialmente de mojarra, que es de los productos más solicitados por los monclovenses, por lo que deben almacenarlos y resguardarlos en recipientes limpios y en espacios frescos para conservarlos durante su venta, lo que sin duda es una gran alternativa para que los mismos clientes tengan la confianza de comprar y consumir estos productos.
De igual manera las pescaderías tienen una gran responsabilidad de preparar de manera adecuada los alimentos que ofrecen, pues, aunque durante todo el año se dedican a la venta de marisco, específicamente en cuaresma tienen una mayor afluencia de clientes, por lo que ante el incremento de trabajo deberán poner doble atención en las labores que realizan tanto fuera y dentro de la cocina.
Prevención. Los pescados y mariscos son productos de fácil descomposición, sin embargo, las altas temperaturas que se experimentan durante los meses de calor, aumentan el riesgo de consumirlos en mal estado y las posibilidades de sufrir infecciones e intoxicaciones. Para evitar afectaciones, los vendedores exponen que es necesario mantener la cadena de frío que es indispensable para garantizar la higiene y conservación de pescados y mariscos. Mantener estos productos en refrigeración o con hielos, a bajas temperaturas, pero sin congelarlo, detiene el crecimiento de microorganismos, retrasa los procesos de degradación. Esta práctica mantiene húmedo al pescado, lo que le da una apariencia de frescura.
Significado. El pescado y también los mariscos aparecen como una opción para las preparaciones del Viernes Santo porque, además de considerarse una comida más austera, es un alimento con una amplia tradición dentro del cristianismo.