La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja evitar el consumo de fármacos durante el embarazo debido a los posibles riesgos para el feto.
Entre los medicamentos de alto riesgo durante el embarazo se encuentran omeprazol, antihipertensivos, antiinflamatorios no esteroideos y anticonceptivos orales. Sin embargo, existen medicamentos seguros que pueden aliviar molestias sin riesgos significativos.
Además, se destaca la importancia de considerar los efectos de las vacunas, como las de sarampión, varicela, rubéola, paperas, poliomielitis y fiebre amarilla, sobre el feto y la placenta.
Riesgos de medicamentos durante el embarazo
Una gran proporción de medicamentos atraviesa la placenta y puede afectar el desarrollo del feto, causando lesiones o incluso la muerte. Algunos medicamentos también pueden influir en la placenta, dando lugar a problemas como bajo peso al nacer o un desarrollo insuficiente.
Otros podrían provocar partos prematuros
al inducir contracciones uterinas. La clave radica en evitar la ingesta de medicamentos durante el embarazo, excepto en casos esenciales para la salud materna.
Clasificación de riesgos de medicamentos en el embarazo según la FDA
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) clasifica los fármacos en cinco tipos según los riesgos durante el embarazo:
Clase A: No presenta riesgo para el feto durante el primer trimestre.
Clase B: No causa defectos congénitos graves y se considera seguro.
Clase C: Puede tener efectos perjudiciales, se usa cuando beneficios superan riesgos.
Clase D: Puede haber riesgo, se utiliza en situaciones de riesgo grave para la madre.
Clase X: Riesgo confirmado en mujeres y animales, contraindicado durante el embarazo.