Los uniformados tienen la misión de colaborar con las autoridades locales, revertir los índices delictivos, preservar garantizar la libertad, el orden y la paz pública
Para reforzar el actual despliegue operativo que mantiene el personal militar en Tijuana el lunes pasado arribaron 150 efectivos.
Los uniformados tienen la misión de colaborar con las autoridades locales, revertir los índices delictivos, preservar garantizar la libertad, el orden y la paz pública.
En un comunicado, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que se buscan condiciones para que la población realice sus actividades habituales con normalidad.
“El personal militar actúa en todo momento realizando tareas de disuasión, prevención, patrullajes, reconocimientos y estableciendo puestos militares de seguridad, que generen un ambiente de tranquilidad en la población.
“Apegándose a lo establecido en la Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza y respetando en todo momento los derechos humanos de las personas”, señaló la Sedena.
También el 5 de febrero la Sedena desplegó 400 efectivos para reforzar la seguridad en los municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara, Jalisco.
Esto luego que el 4 de febrero en Tlaquepaque se registraron múltiples asesinatos. Alrededor de las 7:00 horas
se notificó a las autoridades de una finca en la calle Poza Rica de la colonia San Pedrito y al acudir los policías encontraron tres cuerpos con quemaduras e impactos por disparo de arma de fuego.
Por otra parte, el 1 de febrero arribaron mil efectivos de la GN y del Ejercito a Tabasco, con el fin de reforzar el actual despliegue operativo e inhibir las actividades de la delincuencia organizada.
De este contingente, se destaca integrantes de las Fuerzas Especiales y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas del Ejército Mexicano, quienes se caracterizan por su gran movilidad, flexibilidad, capacidad de despliegue, armamento, material, equipo y adiestramiento especializado.