Sancionó el Tribunal Electoral a dos lideresas priistas por agresiones y lesiones a una excandidata a diputada local.
Saltillo, Coahuila, MÁS. – Nueve meses después el Tribunal Electoral del Estado de Coahuila emitió una resolución para sancionar a dos lideresas, simpatizantes del PRI Torreón, por la agresión que propinaron a una candidata a diputación por Morena en 2023.
Corría el mes de mayo del año pasado cuando Pily de Aguiñaga, entonces candidata a diputada por Morena, realizaba labores de campaña y promoción del voto en un sector popular en dicho municipio lagunero con un grupo de simpatizantes cuando fue agredida por algunas personas, entre ellas dos lideresas del tricolor.
En la agresión rociaron combustible a la candidata y prendieron fuego a su papelería de campaña, como resultado ella y varias personas sufrieron lesiones, por lo que, tanto el partido como ella, interpusieron una denuncia penal y electoral por violencia política en razón de género.
Sin embargo, fue hasta la sesión última del Tribunal Electoral que se analizó la denuncia y se emitió una resolución en dos sentidos: declarar la existencia de la infracción consistente en violencia política en razón de género que las dos mujeres militantes del Revolucionario Institucional cometieron contra la candidata de Morena y, por otro lado, declarar la inexistencia de la culpa “invigilando” atribuida al tricolor.
En el estudio de la denuncia se comprobó que las dos personas causaron a la candidata lesiones, quemaron su propaganda, interrumpieron su derecho a la manifestación política pública y, además de colocarla en un estado de vulnerabilidad, difundieron mensajes con estereotipos de género encaminados a denostar su imagen.
Por ello el Pleno del Tribunal impuso como sanción una amonestación pública a las denunciadas y se dictaron medidas de reparación del daño con la finalidad de restaurar los derechos que fueron vulnerados y crear mecanismos a través de los cuales se prevea la no repetición de este tipo de conductas.
Por lo que se refiere al partido no se acreditó que la presencia de ambas lideresas, así como las conductas que desplegaron hubieran sido por encomienda o instrucciones del PRI.