Es un punto en un partido muy complicado, ante uno de los mejores equipos de LaLiga, pero es inevitable que al Girona se le quedara un sabor amargo, de haber perdido dos puntos, especialmente por la incomprensible decisión del VAR de anular el que hubiera sido el gol decisivo.
El encuentro empezó de forma complicada para los visitantes, con la lesión de rodilla de Álvaro Odriozola cuando apenas se habían cumplido cuatro minutos de partido. Los donostiarras salieron mejor al partido, acercándose al área del Girona en las primeras jugadas, sin llegar a culminar las acciones.
Poco a poco, sin embargo, el equipo de Míchel empezó a estar cómodo y a desplegar ese fútbol que le está llevando a hacer una temporada histórica. Aleix García tomó las riendas del encuentro y Savinho desplegó toda su magia por el césped de Montilivi, hasta que llegó la jugada que marcó el partido.
Se desata la polémica
Una cuchara maravillosa del brasileño sirvió de asistencia para que Yangel Herrera abriera el marcador. Sin embargo, el colegiado anuló el tanto a instancias del VAR, donde estaba Carlos del Cerro Grande, por fuera de juego de Savinho. Entre la posición antirreglamentaria y el gol pasaron 37 segundos, dos despejes de la Real Sociedad y hasta un robo de balón de Brais Méndez, que implica un cambio de posesión a pesar de perderlo al instante. En definitiva, se trataba de una jugada completamente diferente. Inexplicable.
La jugada perjudicó gravemente al Girona en el resultado, pero no en su dominio del partido. Antes del descanso, eso sí, la Real avisó con un disparo cruzado de Javi Galán y con un contraataque cortado por Blind de manera magnífica cuando se había quedado en inferioridad ante dos jugadores visitantes.