Grupo convoca a caravanas para este sábado en San Ysidro, California; Eagle Pass, en Texas, y Yuma, en Arizona; quieren “recuperar la frontera”.
En un clima de creciente inquietud sobre la seguridad fronteriza y la política migratoria, el grupo Take Our Border Back (Recuperemos Nuestra Frontera) ha surgido de manera intempestiva y agresiva.
Esta agrupación, con más de mil 600 simpatizantes en la plataforma Telegram y que se autodenomina Ejército de Dios, ha organizado un convoy que se dirige hacia la frontera sur de Estados Unidos, con puntos clave en San Ysidro, California; Eagle Pass, Texas, y Yuma, Arizona, para llevar a cabo diversas manifestaciones y vigilar la frontera armados durante al menos un par de semanas.
El primer convoy salió el 29 de enero desde Virginia. Lo encabezan camiones que se dirigen a Eagle Pass, donde se prevé que mañana lleven a cabo una manifestación en protesta porque el grupo considera que la administración de Joe Biden no controla la frontera con México.
Van armados y su presencia podría representar un peligro mortal en determinadas circunstancias, han dicho especialistas. El mismo día habrá manifestaciones en San Ysidro y Yuma.
“Ya han hecho antes esto, son varios grupos. Son lo mismo que los Minuteman de hace dos décadas, todo es un show, yo los he enfrentado en el pasado. Son racistas, todos sabemos que sí pueden llegar a ser peligrosos porque andan armados. Quieren asustar a la gente”, explica Enrique Morones, director de la Fundación Gente Unida en San Diego, California, quien durante años ha enfrentado a este tipo de agrupaciones antiinmigrantes, cuando dirigía Ángeles de la Frontera.
A pesar de enfatizar que la de este sábado es una protesta pacífica, la asociación del grupo con organizaciones como Oath Keepers, Three Percenters y Posse Comitatus, conocidas por su postura de extrema derecha y vínculos con teorías conspirativas, ha generado preocupación entre congresistas y observadores, que temen que las cosas se salgan de control.
Según Noel Roberts, una de las organizadoras, el grupo se ha coordinado con comunidades y fuerzas del orden a lo largo de la ruta para garantizar la seguridad tanto de los participantes en el convoy como de los asistentes a las concentraciones. Desmiente informes que sugieren que el convoy planea alinearse a lo largo de la frontera con México y confrontar directamente a los indocumentados, al asegurar que el objetivo principal es enviar un mensaje al gobierno federal sobre la necesidad de asegurar la frontera y detener actividades ilegales como el tráfico de drogas y personas.
Aunque Morones señala que este tipo de grupos “dejaron de tener arrastre”, alerta que “en otras manifestaciones ha pasado que estas personas en sus ínfulas de, según ellos, estar defendiendo Estados Unidos, han disparado hacia México y alguna vez ya hubo un mexicano muerto del otro lado de la frontera”.
La organización ha recaudado fondos significativos para la logística y tiene el apoyo de figuras políticas como el congresista federal Keith Self, republicano por Texas.
“No a los discursos de odio”
“Hay funcionarios republicanos que siembran una retórica peligrosa para la inmigración”, declaró Joaquín Castro, político demócrata texano, durante una teleconferencia. La también representante demócrata por Texas, Verónica Escobar, aseguró que “es necesario sonar la alarma acerca de los peligros y consecuencias de los discursos de odio”.
De acuerdo con información recabada por este diario, entre los manifestantes que están viajando a la frontera sur se cuentan integrantes de agrupaciones ultraderechistas muy conocidas.
En foros, algunos hablan de una “guerra civil”, de la “batalla final” e insinúan a los participantes que lleven armas fantasma, para que no puedan ser rastreadas. “Todo lo que el gobernador Abbott tiene que hacer es convocar a los ciudadanos y estaremos armados y listos”, indica uno de los participantes en un video en Telegram.
¿Quiénes son?
Los Oath Keepers (Guardianes del Juramento) emergieron en Estados Unidos como una milicia de extrema derecha con una visión del mundo centrada en teorías conspirativas y una postura antigubernamental. Fundada en 2009 por Stewart Rhodes, exparacaidista del ejército de Estados Unidos y graduado de la Escuela de Derecho de Yale. La agrupación promueve una interpretación propia y estricta de la Constitución estadounidense, a menudo en desacuerdo con las interpretaciones oficiales de legislaturas o tribunales.
Los Three Percenters, también conocidos como 3%ers, son un grupo paramilitar de extrema derecha de Estados Unidos y Canadá, conocidos por su postura antigubernamental y su defensa acérrima de los derechos a la posesión de armas y la resistencia al gobierno federal de Estados Unidos. Fundado en 2008, el movimiento ganó impulso con la elección de Barack Obama como presidente, preocupado por un aumento en la intervención gubernamental y la aplicación de leyes más estrictas para el control de armas. El grupo fue cofundado por Michael Mike Brian Vanderboegh, un antiguo miembro de la izquierda política y quien se movió a la derecha y se involucró en el movimiento de milicias en los años 90.
El Posse Comitatus es un grupo estadounidense de extrema derecha que emergió en la década de 1960. Se identifica con el movimiento Patriota Cristiano y es conocido por sus posturas supremacistas blancas y su creencia en que el gobierno de EU ha privado a los ciudadanos de sus derechos naturales bajo la “ley común”. La ideología del grupo sostiene que los ciudadanos deben resistir los abusos percibidos del gobierno federal, que consideran que ha excedido sus límites constitucionales.
“Cerrar la frontera no es solución”
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que cerrar la frontera, como propuso Biden, “no es la solución”, ni una opción, “porque nos perjudica a los dos países”. Consideró que se trata de un anuncio político “porque hay elecciones” en Estados Unidos. A Abbott lo tachó de “antimexicano” por sus políticas antiinmigrantes. “Eso es politiquería”, añadió.