La próxima Administración heredará un problema como ningún otro: la deuda de 106 mil mdd de Pemex, según datos de Bloomberg.
De todos los desafíos que heredará la próxima Administración en México (migración histórica, déficit creciente, criminalidad desenfrenada) destaca un problema que ningún otro jefe de Estado tiene que enfrentar: la compañía petrolera más endeudada del mundo.
A Petróleos Mexicanos (Pemex) le vencen 11 mil millones de dólares este año, la mayor parte de vencimientos de bonos que enfrentará al menos hasta 2050, según un documento de la compañía y datos compilados por Bloomberg.
Si bien el Gobierno del Presidente saliente Andrés Manuel López Obrador ha prometido cubrir la mayoría de esos pagos, es sólo la punta del iceberg.
En total, Pemex debe 106 mil millones de dólares, y esa deuda tiene consecuencias mucho más allá de México. Está en manos de inversores de todo el mundo que han sufrido pérdidas a medida que las finanzas de la empresa se han deteriorado.
También tiene implicaciones para el mercado petrolero global y el medio ambiente, erosionando significativamente la producción del cuarto productor más grande del hemisferio occidental y, dicen los críticos, llevando a la compañía a descuidar el mantenimiento que contribuye a los derrames y fugas de gases de efecto invernadero.
Si bien el suministro de petróleo de América en general se ha convertido en el mayor motor de crecimiento del mundo, la contribución de México se está reduciendo. Su producción se ha desplomado a casi la mitad en las últimas dos décadas. Los analistas ven pocas perspectivas de un cambio de rumbo.
"Pemex es como un gran tren de alta velocidad al que es muy difícil cambiar de vía."El Gobierno está haciendo lo mínimo indispensable para mantener tranquilos a los inversionistas. No veo ningún cambio en la trayectoria de Pemex", dijo Adriana Eraso, analista corporativa de América Latina de Fitch Ratings.