Por cuenta propia de algunos vigilantes de las compañías, persiguieron a uno de los delincuentes y dieron parte a las autoridades policiacas para investigación y detención.
El bulevar Santa Cecilia (antes Gustavo Galaz), hasta los límites con Monclova, se ha transformado en un epicentro de preocupación en el municipio de Castaños y lo que alguna vez fue un área próspera y vital para la actividad industrial, ahora se encuentra asediado por una ola de ladrones chatarreros que ha encontrado en la apatía de las autoridades municipales y ministeriales un terreno fértil para sus actividades ilícitas.
En los últimos tres meses se ha acentuado este problema y, al menos, a seis líneas de tráileres les han robado más en los talleres a los que les han hurtado cable 4-40, que es más grueso, de las cuales se han interpuesto 2 denuncias, puesto que la mayoría se desanima, sin embargo, ya tienen ubicado a uno de los ladrones y es importante que la pongan.
El corazón industrial de Castaños, que alberga un importante número de líneas de transporte de carga y talleres, se ve constantemente asaltado por ladrones de cableado y chatarra que venden por kilo, causando daño material a los equipos de las empresas y quebranto económico al llevarse decenas de metros de cableado.
Modus operandi. Los testigos y afectados por estos robos creen que los atracos los realizan tres personas y se trata de malvivientes y adictos a las drogas y roban para satisfacer sus adiciones.
Ellos roban el cableado que llevan las plataformas de los tráileres, que son líneas que abastecen las luces y el GPS de la unidad y cada caja de tráiler trae aproximadamente 12 metros de cableado de cobre, así que con 10 o 30 unidades que roben le sacan buen provecho, relató una fuente fidedigna.
Mientras uno vigila, los otros dos sacan el cobre cortando de los extremos y lo comienzan a estirar hasta que sacan todo, lo esconden en alguna parte del monte y al otro día van y lo queman a escasos 500 metros de donde roban, para extraer el cobre que venden. Es común ver las humaderas en el monte donde están quemando las cubiertas del cableado.
Estos delincuentes, ya sea solos o en grupos organizados, irrumpen en las instalaciones con la intención de apropiarse de cientos de metros de cableado eléctrico, dejando tras de sí pérdidas económicas considerables y un desbarajuste en el sistema eléctrico de las unidades afectadas.
En tan solo seis líneas de transporte, las pérdidas ocasionadas por estos actos delictivos han superado los 200 mil pesos, sin contar los costos adicionales de reinstalación y reparación.
Apatía. A pesar de los constantes llamados de auxilio a la policía preventiva, la respuesta sigue siendo insuficiente. La falta de unidades disponibles se ha convertido en el pretexto perfecto para justificar la ausencia de acción por parte de las autoridades.
Incluso los vigilantes pertenecientes a los establecimientos afiliados a la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga han sido testigos directos de estos actos delictivos.
Ellos interceptaron a varios ladrones en plena acción, quienes fueron captados por drones mientras quemaban el producto de su hurto en las inmediaciones del Cerro del Mercado, al poniente de Castaños, cerca de las vías del ferrocarril. Este método les permite extraer el cableado de cobre intacto, aumentando así su valor en el mercado ilegal.
A pesar de contar con evidencia tangible proporcionada por los propios afectados y vigilantes, las autoridades ministeriales se han mostrado renuentes a actuar. La falta de flagrancia en el momento del delito parece ser el obstáculo insalvable para proceder legalmente contra los responsables, dejando así impune una actividad delictiva que sigue causando estragos en la comunidad industrial de Castaños.
La situación exige una respuesta urgente y coordinada por parte de las autoridades municipales y ministeriales. Es necesario implementar estrategias efectivas de vigilancia y patrullaje en la zona, así como mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias.
Además, se requiere una revisión integral de las leyes y protocolos existentes para facilitar la persecución y sanción de este tipo de delitos, asegurando así la protección de los ciudadanos y el resguardo de los recursos industriales de la región. Sin medidas concretas y acciones decididas, el Cordón Industrial de Castaños seguirá siendo presa fácil para la delincuencia, afectando gravemente la estabilidad y el desarrollo económico de la comunidad.