De acuerdo a la Sedena, los uniformados tienen la misión de colaborar con las autoridades locales para revertir los índices delictivos.
Alrededor de 250 efectivos del Ejército arribaron a Baja California, para inhibir las actividades de la delincuencia organizada.
De acuerdo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) los uniformados tienen la misión de colaborar con las autoridades locales para revertir los índices delictivos.
Así como preservar, garantizar la libertad, el orden y la paz pública, buscando con ello que existan condiciones para que la población realice sus actividades habituales con normalidad.
La dependencia señaló que los elementos actúan en tareas de disuasión, prevención, patrullajes, reconocimientos y estableciendo puestos militares de seguridad que generen un ambiente de tranquilidad en la población, apegándose a lo establecido en la Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza y respetando los derechos humanos.