Jóvenes lacandones, integrantes de un cártel, se encuentran en la entrada a Bonampak y cobran derecho de piso; los guías y choferes saben quiénes son esas personas, porque antes trabajaban en la zona, ahora se involucran y están armados como parte de los grupos de control, afirmaron prestadores de servicios turísticos.
Herbert Castellanos, propietario de Anfitriones Turísticos de Chiapas (ATC), fundada en 1984, dijo que durante cuatro décadas habían tenido diversos problemas, pero lo que ocurre hoy en las zonas arqueológicas de Bonampak y Yaxchilán es inédito.
Bonampak, señaló, está controlada por la población lacandona que vive en la comunidad Lacanjá, el punto de entrada a esa zona arqueológica. En la entrada a Bonampak están "jóvenes lacandones integrantes de un cártel, que cobran derecho de piso".
"Los guías y los choferes los conocen y saben quiénes son, porque antes cuidaban o lavaban vehículos en el estacionamiento, ahora ya están involucrados y armados, como parte de estos grupos de control", subrayó.
Hace tiempo impusieron que si alguien va en vehículo, al menos ocho kilómetros antes de ingresar, debe estacionarse, también obligan al visitante a pagar transporte administrado por ellos hasta el sitio arqueológico. Castellanos agregó que si el turista llega a comer o visita Lacanjá, cruza una caseta donde cobran 40 pesos por persona. Esas cuotas están aceptadas, lo mismo que las de ingreso a la zona arqueológica que aplica el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Los pagos, expuso el representante turístico, no eran problema, lo grave ahora es que a partir de enero exigen 150 pesos más y mil pesos por vehículo, lo hacen de forma agresiva porque están armados, y así se ahuyenta el turismo.
Castellanos expuso que a la zona arqueológica de Yaxchilán, en la zona Lacandona, no se puede ingresar desde el 12 de octubre, cuando por la presencia de grupos criminales que pretendían cobrar derecho de piso, los pobladores de Frontera Corozal determinaron que no permitirían el paso a extraños y que se suspendían las corridas turísticas.
Esa decisión comentó, obligó a cerrar los hoteles, cuyos dueños son cooperativas como Escudo Jaguar o Nueva Alianza, que son los principales alojamientos turísticos en Frontera Corozal, además de pequeños restaurantes
En la zona también se encuentran guías que reciben a turistas que buscan acudir, además de los sitios arqueológicos, a lugares de flora y fauna. Son como 15 o 20 guías de naturaleza de la comunidad capacitados y no tienen trabajo.
Ahí están también los lancheros, el negocio fuerte con tres cooperativas y 40 embarcaciones cada una. En diciembre realizan hasta dos viajes diarios de Frontera Corozal a la zona arqueológica de Yaxchilán.
Se trata de 10 pasajeros en promedio por lancha. El único acceso a Yaxchilán es por el río Usumacinta, actualmente todas estas lanchas están detenidas. Herbert Castellanos explicó que Bonampak ni Yaxchilán están cerradas oficialmente, sino que el problema social y la inseguridad dificultan visitar esos destinos arqueológicos.
Ante esa situación, recordó que el 20 de enero hubo una reunión con agencias francesas, británicas y belgas que representan y decidieron ya no visitar esa región para no arriesgar ni alterar a los turistas. Así, para este año, se suspendieron los recorridos, y los más de 30 grupos de europeos ya programados en esta fecha al mes de agosto, cambiarán de ruta,
El propietario de Anfitriones Turísticos de Chiapas, manifestó que no todas las agencias de viaje suspendieron las vistas a Bonampak, si viajan, lo hacen "aceptando las nuevas condiciones" que imponen los lacandones armados que cobran derecho de piso.
En ATC damos a conocer nuevos sitios, nuevas propuestas. Yaxchilán y Bonampak, ya no estarán en la ruta de los paquetes que vendemos, cuando menos este año, ahora llegamos a un lugar llamado Candelaria, Campeche y las ruinas del Tigre.
Añadió que la zona arqueológica El Lagartero es un lugar "impresionante" en el municipio La Trinitaria, región fronteriza con Guatemala, está cerrado desde hace dos años. "Ya corrieron a la gente del INAH, lo hizo la gente de grupos criminales".
En esa demarcación, en donde se hallan los Lagos de Colón, ya cerrados también, y que interesan mucho al turismo europeo. Ese lugar tampoco puede ser visitado debido a la presencia del crimen organizado.