La diminuta pila, con dimensiones de 15 x 15 milímetros, promete revolucionar las baterías no solo para dispositivos cotidianos, como teléfonos y drones, sino también en aplicaciones de alto rendimiento en la industria aeroespacial, médica y microrrobótica.
Betavolt Technology, una empresa china especializada en baterías, semiconductores y nuevos materiales, respalda esta tecnología que asegura ser resistente al fuego, a las explosiones y operar en un rango de temperaturas extremo, desde -60 hasta 120°C. Además, la empresa afirma que la pila es ambientalmente amigable, ya que los isótopos radiactivos, responsables de su longevidad, se transforman en isótopos estables de cobre a través de un proceso de desintegración.
El funcionamiento de esta pila se basa en el decaimiento constante de un isótopo radiactivo a otro, en un ciclo que culmina en un isótopo estable y no radiactivo. En este proceso, la capacidad energética se disipa, transformando la pila en un dispositivo inerte con un metal no tóxico. Al requerir cero mantenimiento, la pila se encuentra actualmente en una fase de pruebas avanzadas para garantizar su seguridad en aplicaciones a gran escala. Sin embargo, aún queda por determinar el alcance de su adopción generalizada, considerando la complejidad de sus materiales, lo que podría afectar su accesibilidad en términos de costos.La estructura de la pila incluye capas de níquel-63 que contienen los mencionados isótopos, entrelazadas con capas de diamante. Estas capas de diamante, además de servir como semiconductor y estabilizar la temperatura, son responsables de convertir la energía atómica en electricidad apta para su uso cotidiano. Betavolt ya está trabajando en modelos adicionales con nuevos materiales y una mayor duración, con la expectativa de lanzarlos al mercado para el año 2025.