Fue por un ejidatario que trabajaba en el lugar.
Una inquietante escena se desplegó en el Ejido El Centinela, donde varios restos óseos fueron encontrados en un terreno baldío a lo largo del Camino Viejo al Moral. Las autoridades acudieron de inmediato al lugar para tomar conocimiento de este perturbador descubrimiento.
El hallazgo se realizó entre la maleza del terreno, lo que requirió diligencias minuciosas para el levantamiento de los huesos, destacando entre ellos el cráneo.
Identidad. El área fue asegurada, y los restos fueron puestos a disposición del Servicio Médico Forense (Semefo) para la realización de pruebas y análisis que permitan determinar su origen y tratar de dar con la identidad de la persona a la que pertenecieron.
En el proceso forense, que se llevará a cabo en los próximos días, se prevé enviar los restos a la capital del Estado para profundizar en las investigaciones y realizar las pruebas pertinentes. El esclarecimiento de la identidad y las circunstancias detrás de este macabro hallazgo requerirá un trabajo minucioso por parte de las autoridades correspondientes, marcando un desafío que podría prolongarse en los días venideros. La comunidad espera respuestas y acciones decisivas para esclarecer este misterioso suceso.
Minas. La extensión de los procedimientos en casos de hallazgos macabros, como el registrado en el Ejido El Centinela, subraya la complejidad y meticulosidad que implica la identificación de restos humanos. Este desafío se intensifica al recordar que a principios de año se encontraron dos mantas cerca del Ejido Piedras Negras, generando una cadena de investigaciones. En el estado de Coahuila, el Departamento de Identificación Humana enfrenta una carga de trabajo considerable, abordando no solo los restos descubiertos en terrenos baldíos como el mencionado, sino también aquellos hallados en el interior de minas como las del Pinabete y pasta de conchos, donde se sabe que es un tema muy sonado y que a la vez llevará tiempo resolver acciones.