La década de los 90 fue excepcional para la carrera de Brad Pitt, consolidándose como uno de los galanes más destacados. A pesar del éxito de un thriller en particular, el actor declinó protagonizar una secuela propuesta por el estudio. Brad Pitt se erigió como uno de los mayores talentos de los 90, destacando especialmente en colaboraciones con el cineasta David Fincher, especializado en suspenso y crimen. Aunque su asociación dio lugar a éxitos, uno de los thrillers más aclamados entre ambos no tuvo su secuela debido a una razón específica.
Después de dirigir Alien 3 y antes de su trabajo en "El juego" con Michael Douglas, Fincher presentó "Seven" a las audiencias, una película que se adentraba en el suspenso con una premisa fascinante y perturbadora. La trama seguía las investigaciones del detective experimentado William Somerset (Morgan Freeman) y el novato David Mills (Pitt), quienes buscaban descifrar al responsable de asesinatos inspirados en los siete pecados capitales.
A pesar de su éxito en 1995, recaudando más de 327 millones con un presupuesto de 33 millones, la sugerencia de una secuela no tardó en llegar. En 2002, New Line Cinema propuso a Pitt, Freeman y Fincher involucrarse en "Ei8ht", una película que ya tenía guion y continuaba la historia con Somerset persiguiendo a otro asesino serial. La respuesta de todo el equipo fue un rotundo no. La negativa de Brad Pitt fue particularmente contundente. Fincher, simplemente respondió: "Me interesa menos que apagar cigarros en mis ojos".
El proyecto no fue olvidado y se retomó en 2015, ahora titulado "Solace", con un elenco renovado y dirección de Alfonso Poyart. A pesar de contar con nombres como Anthony Hopkins, Colin Farrell y Jeffrey Dean Morgan, la película resultó ser un fracaso, alcanzando solo 22 millones en ingresos en taquilla mundial.