El Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINS) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) ha alertado sobre el vínculo entre el alto consumo de carnes rojas y procesadas y la probabilidad de desarrollar https://www.debate.com.mx/salud/Ten-cuidado-los-alimentos-que-comes-demasiado-pensando-que-no-engordan-pero-en-realidad-si-lo-hacen-20240122-0076.html.
La doctora Tania Aburto Soto, investigadora en Ciencias Médicas del CINS, reveló en una entrevista que el riesgo aumenta en un 18 por ciento al consumir diariamente 50 gramos de carne procesada, como salchichas, jamón o carnes saladas.
El principal factor detrás de esta asociación preocupante son las nitrosaminas, compuestos carcinogénicos presentes en las carnes procesadas. Estas sustancias se forman a través de la reacción entre las aminas (presentes en las carnes) y los nitritos, añadidos comúnmente para la conservación de estos productos. Además de actuar como conservantes, los nitritos proporcionan el color y el sabor característicos de las carnes procesadas.
La Dra. Aburto Soto destacó que los nitritos también se forman de manera natural en otros alimentos, como las verduras, que contienen nitratos. Sin embargo, subrayó que el problema surge cuando estos reaccionan con las aminas, formando nitrosaminas.
Las consecuencias del consumo de carne procesada van más allá del riesgo de cáncer colorrectal. Estas carnes son fuente de derivados que contribuyen a la formación de carcinógenos potentes en el intestino, así como al desarrollo de otras enfermedades como ateroesclerosis, resistencia a la insulina y problemas endoteliales.
La investigadora recomendó sustituir las carnes rojas por opciones más saludables, como pescado y leguminosas, que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Abogó por una alimentación saludable y sostenible basada en proteínas de origen vegetal, combinando cereales como maíz, arroz, trigo, cebada y centeno con leguminosas como frijoles, habas, lentejas y garbanzos.
Estudios respaldan la idea de que reducir el consumo de carne roja podría prevenir un porcentaje significativo de muertes.
La Comisión EAT-Lancet, con la participación de especialistas del INSP, recomienda limitar el consumo diario de carne roja, cerdo o cordero a 28 gramos. Adoptar estas prácticas, según la Dra. Aburto Soto, no solo disminuiría el riesgo de mortalidad sino que también contribuiría a una alimentación más saludable y sostenible.