El músico fue entrevistado por Yordi Rosado
André Rieu, el violinista neerlandés que es uno de los más famosos del mundo, habló acerca de un trauma de su infancia y cómo la terapia psicológica lo ayudó a superarlo.
Fue durante una entrevista que el también director de orquesta concedió a Yordi Rosado para su programa de YouTube, que habló sobre los detalles de su niñez.
“Mi infancia no fue muy feliz, mis padres eran severos y no muy cariñosos. Buscaba el amor y no lo encontraba en ellos, luego mi esposa llegó a mi vida y ella creyó en mí. Cambio mi vida por completo”, dijo Rieu.
Además, detalló que sus padres, André y Alice lo educaron con una disciplina excepcional que incluía no mirar a las personas directamente a los ojos, con poco tiempo libre después de su educación escolar y musical.
“Siempre estaba estudiando. Cuando era niño formaba parte de un coro, así que siempre estaba haciendo música… fue un trabajo duro debido a la falta de amor”, aceptó.
“Miraba a la gente a los ojos como lo hago ahora y mi madre solía decirme “No hagas eso, no es educado”, yo no entendía. Quería estar con la gente, quería mirarla y eso es lo que hago”, agregó.
Sin embargo, también habló acerca de cómo su relación sentimental con Marjorie Rieu se consolidó después de que ambos tomaron terapia para superar sus traumas de infancia y aprender a brindarse amor.
“Tuvimos cuatro años de terapia porque tuve una infancia sin amor y ella también tuvo padres muy severos y la terapia nos ayudó mucho a abrirnos, a respetarnos y amarnos”.
Y aunque recuerda que su padre nunca fue capaz de decirle “Te amo”, ahora él como padre y como abuelo asegura que es muy cariñoso.
“Creo que fui completamente diferente con mis hijos, les decía todos los días que los amaba”, afirmó.
Y dijo que a veces, cuando ve padres demostrándole afecto a sus hijos, se llena de nostalgia.
Lleno de éxitos
Sin embargo, ahora, no solo ha intentado cambiar ese tipo de conducta en su familia, con esposa, hijos y nietos, sino que también disfruta con Alegría y relajación de su prolífica carrera con la que ha viajado por dodo el mundo.
Hoy tiene como residencia un castillo de 26 habitaciones donde siempre sonó vivir y confirmó que durante sus giras a México al menos 110 personas viajan con él, incluyendo cuatro chefs y un cuidador de su violín Stradivarius, construido en 1667.