El astro argentino Lionel Messi estuvo poco menos de 24 horas en El Salvador, el país más pequeño de Centroamérica. Suficiente para atraer la atención del mundo del fútbol.
El pasado viernes por la noche, unas 25 mil personas se congregaron en el Monumental Estadio Cuscatlán de San Salvador para deleitarse con el talento del capitán de Argentina, principal atracción en el fogueo entre el Inter Miami CF y la Selección de El Salvador (0-0).
Messi llegó y revolucionó el país, tanto que los salvadoreños ahora se ilusionan con Cristiano Ronaldo.
“Sí, incluso está el equipo de Cristiano Ronaldo (Al-Nassr). Están las pláticas. Como este era un plan piloto (Inter Miami), realmente la inversión que se ha hecho es grande”, dijo Néstor Castañeda, presidente de Escenarios Deportivos de El Salvador (EDESSA), en un programa radial después del juego del viernes.
El arribo de Messi también tuvo su toque político cuando Nayib Bukele, el presidente salvadoreño, que buscará reelegirse para un segundo período, el próximo 4 de febrero, estrechó su mano, en el hotel de concentración. El mandatario colgó las fotografías de su visita al equipo en sus redes sociales mientras se disputaba el partido.
Turismo y economía
Leo Messi jugó 45 minutos, suficientes para emocionar a los asistentes y para que El Salvador enviara un mensaje: está a la altura para grandes eventos. La llegada del campeón del mundo en Catar 2022 no solo tiene una connotación deportiva, va más allá.
El impacto en turismo y economía fue evidente. El viernes por la noche muy pocos hoteles en San Salvador ofrecían disponibilidad. Llegaron aficionados de Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, Nicaragua.
El Instituto Guatemalteco de Migración reportó que, al menos,10,194 turistas cruzaron la frontera salvadoreña desde las cero horas del 17 hasta las 12:30 del 19 de enero de 2024, el 24 % de guatemaltecos salió previo al juego entre la selección de El Salvador contra el Inter de Miami, según información del medio guatemalteco Prensa Libre.
Marco Antonio y Olman Hirías, padre e hijo, viajaron desde Tegucigalpa, Honduras. Salieron a las dos de la madrugada del mismo viernes. “Esto lo espera cualquiera que es aficionado al fútbol y, sobre todo, si somos aficionados de Messi. Messi es la estrella del fútbol, no ha existido otro jugador como él”, ha contado don Marco Antonio en la previa al partido.
“En el viaje hemos gastado de 20 a 30 dólares en gasolina, acá en comida unos 15 dólares, la verdad es muy económico”. ¿Y el costo de los boletos? “Creo que no importa, si se tiene que pagar más se va a pagar”, ha dicho Olman. Los precios de los boletos estuvieron entre 200 y 475 dólares.