Hay una cruzada que se comienza a gestar rumbo a la Copa del Mundo 2026. A los dueños de los palcos del Estadio Azteca “nadie les ha informado” si tendrán acceso a los juegos que albergará el inmueble en el próximo Mundial, y preparan medidas legales en caso de que los organizadores quieran impedir su ingreso a los partidos, que por derecho y por contrato les corresponden.
“Se garantiza el uso exclusivo de la localidad a que se refiere el presente Título de Aportación en todos los juegos o espectáculos de cualquier índole que tengan lugar en el Estadio”, dice a la letra el título de propiedad de los usuarios de los palcos del Estadio Azteca, firmado en 1963 y al que ESPN tuvo acceso.
Desde el párrafo dos del contrato que los adquirientes firmaron con la empresa “Futbol del Distrito Federal”, que opera el inmueble, se especifica que los propietarios de palcos y plateas del Estadio Azteca tendrán acceso a “juegos de futbol, funciones, eventos y otros espectáculos de cualquier naturaleza” por 99 años, eso incluye la Copa del Mundo 2026. La remodelación para tener a punto el recinto está próxima a iniciar y las autoridades del inmueble todavía no establecen comunicación con los titulares de los palcos para avisar medidas durante las obras.
“Queremos nuestro acceso como lo tuvimos en México 70 y en el Mundial de México 86”, informó Roberto Ruano, propietario de un palco en el Estadio Azteca y secretario de la Asociación Mexicana de titulares de palcos y plateas de México, en entrevista con ESPN.
La venta de palcos y plateas fue un mecanismo creado en 1963 para costear una parte de la construcción del Estadio Azteca, que a decir del arquitecto Javier Ramírez, hijo de Pedro Ramirez Vázquez, el considerado padre del inmueble, fue construido para albergar la Copa del Mundo de México 70.
En 1963, siete años antes de la primera Copa del Mundo que se celebró en México, los propietarios de palcos pagaron 115 mil pesos de esa época para garantizar la entrada a todos los espectáculos que se realicen a partir de la inauguración (1966) y por los próximos 99 años. El trato vence en el 2065, por lo que abarca el Mundial del 2026.
“Es un derecho que tenemos, porque ya se pagó y no nos están haciendo ningún favor”, asegura Roberto Ruano, quien señala que se han unido a la asociación casi 100 propietarios de palcos, en la cruzada rumbo a la Copa del Mundo 2026.