La Megafarmacia de AMLO, inaugurada en Huehuetoca, Estado de México, se encuentra en el ojo público como un proyecto que al mismo tiempo busca ser emblemático, pero que surge en medio de evaluaciones mixtas y demandas de transparencia sobre su eficacia en la distribución de medicamentos.
En la más reciente "mañanera" del presidente Andrés Manuel López Obrador, el director de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), Jens Pedro Lohmann Iturburu, presentó los primeros resultados de la Megafarmacia, operativa desde el 29 de diciembre del 2023.
Con un inventario que abarca 1,190 claves únicas de medicamentos y 2,465,975 piezas, valuadas en 119 millones 81,248.55 pesos, la Megafarmacia tiene como objetivo alcanzar incluso los rincones más remotos del país para garantizar el suministro de medicamentos esenciales.
No obstante, las cifras que el Gobierno de AMLO resalta como positivas, se ven opacadas por críticas y cuestionamientos.
El diputado Héctor Saúl Téllez Hernández (PAN) ha expresado preocupación porque varios pacientes han reportado dificultades para obtener sus medicamentos, proponiendo que la Comisión Permanente solicite un informe al titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer Varela, para abordar el aparente desabasto en la Megafarmacia.
Las críticas se intensificaron con la declaración de Xóchitl Gálvez Ruiz, virtual candidata presidencial opositora, quien señala que la Megafarmacia, que costó 2 mil millones de pesos, solo surte en promedio cinco recetas al día.
Gálvez la considera un símbolo de “ineptitud y corrupción” del Gobierno actual.
Ante estas críticas, el presidente López Obrador rechazó la existencia de desabasto en la Megafarmacia, destacando la colaboración del gabinete de salud y atribuyendo las críticas a quienes se sienten afectados por la lucha contra la corrupción.
AMLO aseguró que se trabaja arduamente para cumplir con la responsabilidad hacia la población y desestimó las críticas como parte de la resistencia al cambio.
Mientras tanto, más allá de la arena política, varios colectivos y representantes de pacientes con enfermedades como el cáncer exigen su derecho a la salud.
El reclamo sigue siendo el mismo que antaño: “si no pueden, que renuncien “.
¿Usted qué opina?