El grupo BETA desplegó una respuesta rápida y eficaz, logrando rescatar a los seis migrantes en apuros.
En una dramática situación que puso a prueba la capacidad de respuesta y solidaridad, un grupo de alrededor de seis migrantes estuvo a punto de perder la vida por hipotermia en las aguas del río Bravo, cerca del barrio El Molcajete en la colonia Morelos.
Los afectados, identificados como Miguel Ángel Ibarra y Leticia Margarita Rivera de Nicaragua, junto con Juana Chávez Zeto, Juana María Matom Ramírez, Isai Eliud y Luzman Catalina de Guatemala, se encontraron varados y enfrentaron el inminente peligro de ahogarse en las gélidas aguas del río.
Apuros. Ante esta emergencia, el Grupo Beta, encargado de la protección y rescate de migrantes en México, desplegó una respuesta rápida y eficaz, logrando rescatar a los seis migrantes en apuros.
La intervención oportuna y coordinada evitó una tragedia mayor en el río Bravo. Posteriormente, paramédicos de la Cruz Roja asumieron el cuidado de los migrantes rescatados, trasladándolos de inmediato a un hospital local.
Los síntomas de hipotermia, derivados de las bajas temperaturas y el agua fría del río, requerían atención médica urgente.
Revisión. Afortunadamente, se reporta que todos los rescatados, incluidos los niños de un año y tres meses, se encuentran en condición estable. Esta noticia alivia las preocupaciones generadas por la crítica situación en la que se encontraban.
Además, se informó que fueron entregados al Instituto Nacional de Migración para realizar la revisión correspondiente de su estatus migratorio.
Este incidente destaca la vulnerabilidad de los migrantes que enfrentan peligros extremos en su búsqueda de una vida mejor. Asimismo, resalta la importancia de contar con equipos de rescate y atención médica preparados para responder a emergencias humanitarias en la región.
La crítica situación vivida por los migrantes rescatados en el río Bravo se agrava por las extremas condiciones climáticas que azotan la región de Piedras Negras. En las últimas semanas, la ciudad ha experimentado temperaturas congelantes, incluso descendiendo por debajo del punto de congelación. Este clima inclemente intensifica los riesgos y desafíos que enfrentan aquellos que, desesperados por encontrar una vida mejor, se aventuran a cruzar el río en busca de oportunidades.
Las bajas temperaturas, sumadas a las corrientes frías del río Bravo, crean un escenario particularmente peligroso.