Un comandante colombiano sospechaba que el líder de Los Choneros, quien se fugó de prisión, estaba en su país, pero fuentes de inteligencia lo descartaron en las últimas horas.
El domingo 7 de enero, cuando fuerzas militares y policiales de Ecuador ingresaron a la infame prisión Regional de Guayaquil, no encontraron en su celda a José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, cabecilla de la banda criminal Los Choneros.
El anuncio oficial de su “desaparición”, la palabra que usaron para evitar el término “fuga”, llevó al gobierno del presidente Daniel Noboa a decretar el estado de excepción y posteriormente el “conflicto interno armado” para combatir a los grupos del crimen organizado y del narcotráfico, en medio de una alarmante espiral de violencia que incluyó un asalto en vivo de un canal de televisión y el asesinato de un fiscal.
Desde entonces el interrogante sobre el paradero de “Fito” –quien cumplía una condena de 34 años de prisión por narcotráfico, asesinato y crimen organizado- desató fuertes especulaciones y declaraciones políticas, especialmente en Ecuador y en Colombia, uno de los posibles destinos del capo narco. Mientras tanto, la mujer y tres hijos de “Fito” fueron detenidos en la provincia argentina Córdoba, donde se habían instalado en el exclusivo Country Valle del Golf, después de entrar al país el 5 de enero.
El viernes 12 de enero, el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia Helder Giraldo dijo en una entrevista radial que sospechaba que Macías estaba en su país. “Es posible que Fito haya cruzado a Colombia”, dijo a W Radio, en unas declaraciones que tuvieron una fuerte repercusión a nivel regional.
El propio presidente de Colombia, Gustavo Petro, se refirió al tema esta semana, durante su paso por el Foro de Davos, en Suiza.
“Si existe, si es una realidad [que Fito esté en Colombia], pues la orden es capturarlo. La inteligencia policial está trabajando, pues, los indicios para confirmar ese tipo de afirmaciones, pero todo gran criminal tiene que ser capturado”, expresó el miércoles.