El jerarca católico advirtió que "la paz que anhelan los pueblos debe ser fruto de la justicia".
El papa Francisco animó a los líderes políticos y económicos del Foro de Davos a impulsar la fraternidad en un clima internacional "problemático" y a atajar las causas de la injusticia: "¿Cómo es posible que en el mundo actual la gente siga muriendo de hambre o siendo explotada?", cuestionó.
"Este año, el Foro Económico Mundial transcurre en un preocupante clima de inestabilidad. Espero que sus debates tengan en cuenta la urgente necesidad de avanzar en la cohesión social, la fraternidad y la reconciliación entre grupos, comunidades y estados", escribió el pontífice en una carta al presidente del Foro, Klaus Schwab.
El papa Francisco describió un mundo "cada vez más lacerado" en el que millones de personas sufren los efectos de los conflictos y advirtió que "la paz que anhelan los pueblos debe ser fruto de la justicia".
Por ello, emplazó a los líderes reunidos en este lujoso paraje invernal suizo, entre jefes de Estado o de Gobierno y empresarios, a "abordar las injusticias que están en la raíz de los conflictos".
Una de sus causas, dijo, es el hambre que "sigue asolando regiones enteras del planeta" mientras "otras están marcadas por el desperdicio excesivo de alimentos".
"La explotación de los recursos naturales sigue enriqueciendo a unos cuantos, mientras deja a poblaciones enteras, que son los beneficiarios naturales de estos recursos, en un estado de indigencia y pobreza", lamentó el pontífice argentino.
Papa pide dar prioridad a los pobres y personas vulnerables
Asimismo pidió no ignorar "la explotación generalizada de hombres, mujeres y niños obligados a trabajar por salarios bajos y privados de perspectivas reales de un crecimiento personal y profesional".
"¿Cómo es posible que en el mundo actual la gente siga muriendo de hambre, siendo explotada, condenada al analfabetismo, sin atención médica básica o sin techo?", cuestionó.
Por otro lado, el jerarca católico destacó la interdependencia de los países con la globalización y llamó a defender una "dimensión moral" en los debates económicos, culturales, políticos y religiosos.
"En un mundo cada vez más amenazado por la violencia, la agresión y la fragmentación, es esencial que los Estados y las empresas se unan para impulsar una solución con visión de futuro con modelos éticos de globalización", apuntó, para después pedir que se de "prioridad" a los pobres y personas vulnerables.
Sobre las guerras, Francisco consideró "evidente" la necesidad de una acción internacional que, con medidas coordinadas, pueda perseguir "eficazmente" los objetivos de una paz global y un verdadero desarrollo, apostando por la igualdad.
"Espero que los participantes del Foro este año sean conscientes de la responsabilidad moral que cada uno de nosotros tenemos en la lucha contra la pobreza (...) y la búsqueda de una convivencia pacífica entre los pueblos", auguró.