Hábitos transformadores para elevar nuestra calidad de vida.
En la travesía de la vida, descubrimos que la mejora personal no solo reside en logros externos, sino también en la cultivación de hábitos que enriquecen nuestra esencia. Al adoptar prácticas diarias, no solo elevamos nuestra calidad de vida, sino que también contribuimos positivamente al bienestar de quienes nos rodean.
Para una vida plena, los expertos sugieren no solo centrarse en el ejercicio, la salud y las relaciones sociales, sino también en mejorar como personas. A continuación, exploraremos aquellos hábitos que, como semillas en tierra fértil, germinan el crecimiento personal y nos guían hacia el camino de ser mejores personas.
Jordi Isidro Molina, director de Cedipte-Psicología, destaca la importancia de encontrar un equilibrio entre ayudarnos a nosotros mismos y ayudar a los demás para mantener una sana autoestima y equilibrio emocional.
Mientras que Cristina Ropero y Sonia Rodríguez, psicólogas de Heroicamente Psicología, explican que la supervivencia humana está estrechamente ligada a nuestra naturaleza social. Realizar acciones altruistas o genuinas hacia los demás puede generar una sensación de bienestar, posiblemente arraigada en la evolución humana.
En este contexto, pequeñas acciones cotidianas pueden ser clave para fortalecer relaciones y fomentar la empatía. Algunos hábitos recomendados por expertos incluyen saludar con una sonrisa, ayudar a otros, mostrar gratitud y compasión y transmitir alegría. La aceptación de la realidad, el contagio de positivismo y la asertividad social también son aspectos destacados.
Carmen Rodríguez, directora del área de intervención psicológica de Affor Health, destaca que las conductas prosociales, especialmente en el ámbito laboral, contribuyen al bienestar emocional y mejoran la productividad del equipo. Sin embargo, subraya la importancia de realizar estas acciones sin esperar nada a cambio, evitando posibles frustraciones.
Por último, los beneficios de ayudar a otros van más allá, fortaleciendo la autoestima, liberando endorfinas y reduciendo el estrés. En la búsqueda de una vida más plena, la generosidad y la empatía se erigen como pilares fundamentales.