El uso excesivo de redes sociales por parte de niños y adolescentes ha llevado a un aumento preocupante del ciberacoso contra menores, conocido como grooming. Este fenómeno implica el acoso sexual por parte de adultos que, bajo una identidad falsa, contactan a menores en plataformas digitales. Utilizando engaños, ganan la confianza de los menores y obtienen información confidencial. Además de plataformas sociodigitales como Facebook o TikTok, los pederastas suelen aprovechar los videojuegos para establecer contacto con sus víctimas. Fingen tener la misma edad que los menores y comparten información sobre gustos musicales, personajes de moda, artistas y deportes favoritos. Para ganarse la confianza de los menores, los acosadores colocan en sus perfiles imágenes de jóvenes atractivos o de personajes que puedan vincularse con la edad de las víctimas.