Los mexicanos están a la espera de que un juez migratorio emita un fallo para obtener la residencia legal en la Unión Americana
El gobierno de Estados Unidos monitorea a cinco mil 798 mexicanos con brazaletes electrónicos que les coloca en los tobillos para evitar que se pierdan en el país mientras esperan su cita ante un juez migratorio que les permita quedarse u ordene su deportación a México. La cantidad es el doble a la registrada en enero del año pasado, de acuerdo con datos del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse.
Según la organización encargada de reunir información sobre justicia federal en Estados Unidos, la comunidad migrante más monitoreada con tecnología GPS es la mexicana, seguida por la de guatemaltecos con tres mil 122 brazaletes activados al 6 de enero pasado y los salvadoreños.
De acuerdo con el estudio “Las prisiones cibernéticas para la inmigración: Acabando con el uso de los grilletes eléctricos”, elaborado por las organizaciones Libertad para los Inmigrantes y Proyecto de Defensa para el Inmigrante, el dispositivo causa dificultades para dormir, problemas de salud física y mental e incluso ideas suicidas.
Los migrantes consultados para realizar el informe (una población de más de 300 personas) describieron como terribles las circunstancias de una vida bajo vigilancia y, de acuerdo con Lidya Rezna, integrante de Libertad para los Inmigrantes, 12 por ciento consideró suicidarse por culpa de este control, mientras 88 por ciento mencionó problemas de salud mental, problemas para dormir, migrañas y depresión.