Cuando se sospecha una espondiloartritis axial, es necesario derivar al paciente rápidamente al reumatólogo. No obstante, dado que la derivación puede tardar varias semanas, si no es que meses en algunas partes del mundo, ¿cómo pueden los médicos de atención primaria tratar mientras tanto a los pacientes con este tipo de dolor de espalda crónico? ¿Y cuál es el papel que a largo plazo desempeña el médico de atención primaria en el tratamiento de una persona a la que se le ha diagnosticado esta afección? Medscape Noticias Médicas les pidió consejo a la Dra. Marina Magrey, reumatóloga, y a la Dra. Debra Leizman, médica internista.
Pasos por seguir ante la sospecha de espondiloartritis axial
"Cuando los médicos de atención primaria identifican a pacientes con probable espondiloartritis axial, lo primero que deben hacer es una remisión rápida a un reumatólogo para que establezca un diagnóstico oportuno", dijo la Dra. Magrey, que dirige la división de reumatología del University Hospitals Cleveland Medical Center y es profesora de medicina en la Case Western Reserve University School of Medicine en Cleveland, Estados Unidos.
Es importante que en la remisión se diga "explícitamente que se sospecha una espondiloartritis axial" y no solo un dolor de espalda crónico, añadió la Dra. Magrey, pues de lo contrario es posible que "no se perciba" que los pacientes necesitan ser atendidos cuanto antes. Los resultados de pruebas de laboratorio como la proteína C reactiva, la velocidad de sedimentación globular y el antígeno leucocitario humano B27, junto con los resultados básicos de las imágenes pélvicas, son útiles de consignar en la nota de derivación. "Si el paciente viene con esa información, le facilita mucho las cosas al reumatólogo", afirmó.
Además, los médicos de atención primaria pueden realizar cribados de colesterol e hipertensión arterial y comprobar si existen trastornos cardiovasculares o manifestaciones extraarticulares antes de que el paciente acuda al reumatólogo.
Opciones de tratamiento de primera línea
"El objetivo es mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes: reducir el dolor, la fatiga, la inflamación", enfatizó la Dra. Magrey. "Por eso, la prescripción de un antiinflamatorio no esteroideo [AINE] con fisioterapia es muy útil" en atención primaria, añadió. Estos siguen siendo la "piedra angular" del tratamiento de la espondiloartritis axial, incluso en atención de segundo nivel.