Vestir con accesorios puede ser fabuloso, pero también puede desencadenar un desastre si no se logra armonía con el resto de las prendas. Por ejemplo, sobrecargar una blusa con un estampado llamativo con demasiados collares podría desequilibrar visualmente tu atuendo.
Para evitar este tipo de errores, existe una regla de tres muy sencilla de aplicar cuando se trata de añadir accesorios a tu look. ¡Y aquí te explicamos cómo hacerlo! La idea es dividir el cuerpo en tres zonas: cabeza, torso superior y torso inferior; cada una de ellas debe llevar un accesorio que se complemente con los otros y con la ropa.
En la primer área, puedes incluir accesorios como gorros, beanies, sombreros, diademas, moños, lentes y aretes. En la segunda, entran collares, bufandas, corbatas, dijes. Por último, en la tercer área, se incluyen anillos, pulseras, cinturones, llaveros (colgando de las pretinas) y bolsas. No hay problema en utilizar más de un accesorio por zona, siempre y cuando evites dejar alguna completamente vacía.
De esta forma, se mantendrá un equilibrio visual en estas áreas claves. Sin embargo, es esencial tener cuidado al combinar el estilo, tamaño, color, material o forma de los accesorios para evitar sobrecargar el atuendo."