Dos personas tuvieron que ser trasladadas a un hospital de la localidad, ya que presentaban distintas heridas en el cuerpo.
En un giro dramático de eventos, Isaac Ávalos, el propietario de Instacel, se encuentra ahora en el ojo del huracán legal tras ser arrestado y llevado ante el ministerio público, vinculado a un impactante accidente automovilístico que resultó en dos personas heridas y considerables daños materiales.
Los lamentables sucesos tuvieron lugar en la intersección de Alejo González y la Avenida Carranza. El protagonista de este desafortunado episodio, Isaac Ávalos, dueño de un próspero negocio de venta de celulares, aparentemente desestimó la señalización del semáforo en rojo, lo que provocó una colisión con un Toyota Sanyu 2006 operado por Cristian Adolfo Macías. En el interior del vehículo afectado se encontraban la esposa de Macías, Anita Duarte Soto, y su cuñado Esteban Duarte, quienes se dirigían a su lugar de trabajo. El impacto violento propulsó el automóvil contra una camioneta Suzuki estacionada, perteneciente a Verónica Valdez, generando un caos de proporciones considerables en el cruce.
Hospital. En el sitio del accidente, Anita Duarte y Esteban Duarte sufrieron lesiones graves, requiriendo la intervención de paramédicos de bomberos que, con el uso de las "tijeras de la vida", lograron liberar a las víctimas atrapadas en el amasijo de metal retorcido.
Tras arduos esfuerzos, ambos heridos fueron trasladados de urgencia al hospital, donde se informa que su estado de salud es reservado. El incidente desencadenó una respuesta inmediata de las autoridades de Tránsito y Vialidad, quienes tomaron el control de la situación y emprendieron una investigación exhaustiva para determinar la culpabilidad de Isaac Ávalos en este suceso.
Además de las consecuencias personales para las víctimas, el accidente dejó a su paso daños materiales significativos, enfatizando aún más la gravedad de la situación y la necesidad de una acción legal adecuada para esclarecer los hechos y garantizar la rendición de cuentas.
La falta de cultura vial persiste como un desafío significativo en muchas comunidades, evidenciando la necesidad urgente de una educación vial más efectiva y la promoción de conductas seguras en las calles. La falta de respeto a las normas de tránsito, como ignorar semáforos, exceder límites de velocidad y el desuso de señalizaciones, contribuye a un entorno caótico en las carreteras. Este comportamiento irresponsable no solo aumenta el riesgo de accidentes, sino que también afecta la convivencia ciudadana, generando tensiones y fricciones innecesarias entre los usuarios viales, también se espera lo mismo en cuanto a las personas que cruzan las calles.