La aspirina, también conocida como ácido acetilsalicílico (AAS), es un medicamento ampliamente utilizado para aliviar el dolor, reducir la fiebre y tratar diversas condiciones inflamatorias y la forma de tomar el medicamento puede influir en su efectividad.
Este medicamento perteneciente a la familia de los salicilatos actúa inhibiendo la ciclooxigenasa y bloqueando la producción de prostaglandinas, responsables de la inflamación, el dolor y la fiebre.
La versatilidad de la aspirina la convierte en una opción popular para tratar diversas condiciones, desde dolores leves hasta la prevención de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares y así debes tomarla.
¿Cómo tomar la aspirina? La forma de tomar la aspirina varía según su propósito:
Para el dolor o la fiebre:
Aspirina sin receta cada 4 a 6 horas según sea necesario.
Dosis habitual para adultos de 325 a 650 miligramos.
Para mayores de 65 años, se recomienda una dosis más baja.
Puede ingerirse en tabletas enteras, masticarlas o triturarlas. La versión líquida es una opción para quienes tienen dificultades para tragar pastillas.
Prevención de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares:
Aspirina de dosis baja generalmente se toma una vez al día.
Dosis habitual de 75 a 100 miligramos.
Las tabletas de dosis baja pueden ser ingeridas de la misma manera que las de dosis estándar.
La aspirina se utiliza comúnmente para:
Dolor leve a moderado, como dolor de cabeza, espalda, muscular, muelas y menstrual.
Fiebre.
Inflamación asociada con artritis, gota y bursitis.
Prevención de eventos cardiovasculares.
Precauciones y Efectos Secundarios
Aunque la aspirina es ampliamente tolerada, es importante considerar las precauciones y efectos secundarios asociados:
Efectos secundarios: Malestar estomacal, náuseas, vómitos y diarrea. En caso de experimentarlos, se debe suspender la toma y consultar al médico.
Riesgo de hemorragia: Especial atención si se tienen condiciones como úlcera estomacal, hemofilia o enfermedad hepática.
Reacciones alérgicas: Erupciones cutáneas, picazón, hinchazón y dificultad para respirar requieren atención médica inmediata.
Precauciones Especiales
Para ciertas condiciones y situaciones, se recomienda consultar con el médico antes de tomar aspirina, especialmente si se tiene:
Úlcera estomacal o intestinal.
Hemofilia.
Enfermedad hepática.
Embarazo o lactancia.
La aspirina no se recomienda durante el embarazo sin la supervisión de un médico, ya que puede aumentar el riesgo de complicaciones. Asimismo, su paso a la leche materna sugiere precaución durante la lactancia.
Recuerda que la aspirina es un medicamento eficaz, pero su uso debe ser guiado por las indicaciones de un profesional de la salud para asegurar un tratamiento seguro y efectivo. Siempre siga las instrucciones del médico o farmacéutico para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos asociados con la aspirina.