Después de festejos, a las casas de empeño para sobrevivir enero

El comportamiento clásico de monclovenses es gastar y después pedir dinero prestado para completar.

En el comercio ahora sigue el auge de las casas de empeño, que van a tener mayor demanda de la gente, que va a empeñar objetos del hogar para solventar lo que se descapitalizó luego de las celebraciones de Navidad, Año Nuevo y Día de Reyes.

Arturo Valdés Pérez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, reconoció que mucha gente recurre en enero a solicitar dinero prestado en las casas de empeño en donde pueden dejar alguna cosa de valor como electrodomésticos y algunos equipos como pantallas y hasta la lavadora, y este arranque de año no cree sea la excepción, máxime que inicia cargado de aumentos en productos básicos como alimentos y la "cuesta de enero" se ha sentido desde diciembre.

Realidad. "Después de lo bonito, del baile y del jajaja, ahora sí, sigue el empeño, la gente ahora en enero empieza a empeñar que la televisión, la lavadora, el reloj, lo que sea, pero, bueno, es parte del show de año con año para poder pasar el mes y tratar de solventarlo de una u otra manera".

Reiteró que la situación económica viene complicada para los monclovenses desde diciembre, con aumentos que hubo de algunos productos y más difícil para los trabajadores de Altos Hornos de México, quienes no recibieron nada de ingreso de su sueldo, ahorro ni prestaciones.

Y la llamada "cuesta de enero" viene desde entonces y en enero se complica más porque la gente quedó muy gastada de diciembre, por lo que el comercio no espera mucha venta en el presente mes.

Dijo que están preparados como comerciantes a la baja venta en enero, por eso los inventarios generalmente los mantienen con lo que quedó del año pasado y comienzan a surtir después de febrero, ya con lo que se va a requerir de mercancía y en el giro que se demanda más por las festividades, ya que en febrero se festeja el Día del Amor y la Amistad, que deja para las papelerías, florerías, tiendas de regalo, restaurantes y otros giros, comentó.

Los mismos comerciantes están acostumbrados, dijo, a que el inicio de año se vive con lo que pudieron obtener de ganancias de diciembre o lo guardado en el año, así como con la poca venta que sólo es para mantener los sueldos y la mercancía que se solicita.

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