La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa muestran patrones distintos de incidencia según el origen étnico, el sexo e incluso el lugar de nacimiento, encuentra un nuevo estudio de EEUU.
Cada una de las dos enfermedades se clasifica como una enfermedad inflamatoria intestinal (EII), afecciones que desencadenan una inflamación crónica del tracto gastrointestinal.
La nueva investigación, de la Universidad de Rutgers y otros centros, encontró que las EII varían ampliamente, según la demografía de los pacientes.
"Históricamente, la EII ha sido una enfermedad de las poblaciones caucásicas en Europa y América del Norte, pero ahora la estamos viendo en todas las razas y en personas de todo el mundo, así que ahora es importante estudiar cómo se manifiesta en diferentes grupos", anotó la autora principal del estudio, Lea Ann Chen. Es profesora asistente de medicina y farmacología en la Facultad de Medicina Robert Wood Johnson de Rutgers en New Brunswick, Nueva Jersey.
El equipo de Chen analizó los expedientes médicos de 525 pacientes que se sometieron a tratamiento para una EII en el Hospital Bellevue de la ciudad de Nueva York entre 1997 y 2017.
Bellevue es un hospital de "red de seguridad", donde la mayoría de los pacientes tienen ingresos similares, anotaron los investigadores. Sin embargo, los pacientes eran racialmente diversos: 29,8 % blancos, 27,4 % hispanos, 21,7 % negros y 13 % asiáticos.
Esa diversidad se reflejó en los perfiles de los pacientes tanto para la enfermedad de Crohn como para la colitis ulcerosa.
Usando a los pacientes blancos con fines comparativos, el equipo de Chen encontró que:
Entre los pacientes asiáticos, los hombres tenían el doble de probabilidades de tener una EII que las mujeres, independientemente de si habían nacido en Estados Unidos o en el extranjero.
Los pacientes de origen africano tenían más del doble de probabilidades de requerir una resección (extirpación quirúrgica) de parte del intestino, en comparación con los pacientes blancos.
Los diagnósticos de Crohn fueron más probables entre los pacientes negros nacidos en Estados Unidos, mientras que la colitis fue más probable entre los pacientes negros nacidos en el extranjero.
Los síntomas de la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn tendían a ser más leves si el paciente no había nacido en los Estados Unidos, independientemente de su raza. Por lo general, estos pacientes fueron diagnosticados más tarde en la vida, requirieron menos cirugías y medicamentos, y tuvieron menos complicaciones, en comparación con los estadounidenses nativos.
El último hallazgo fue "particularmente cierto entre los pacientes negros", anotó Chen en un comunicado de prensa de la Rutgers. "Los que nacieron aquí eran mucho más propensos a desarrollar la enfermedad de Crohn y sus complicaciones en comparación con los que nacieron en el extranjero".
En otros casos, los genes pueden haber desempeñado un papel.
Por ejemplo, "la diferencia en el número de casos entre los hombres y las mujeres asiáticos fue sorprendente, y esa diferencia apareció tanto entre los pacientes nacidos en EE. UU. como entre los nacidos en el extranjero", anotó Chen. "Parece que las mujeres de Asia oriental, debido a que la mayoría de las pacientes asiáticas en nuestra población de estudio eran de Asia oriental, podrían tener algún tipo de protección genética contra la EII".
El estudio aparece en una edición reciente de la revista Gastro Hep Advances.